El comercio informal se encuentra fuera de control en la capital poblana, con la presencia de por lo menos 15 zonas de la ciudad en donde se han multiplicado los ambulantes.
Estos utilizan los denominados “mercados rodantes” para comercializar productos que van desde ropa usada, chácharas, comida, celulares, electrodomésticos, “piratería” y hasta animales exóticos protegidos —como iguanas—, todo ello sin restricción de la autoridad.
Gerardo Reyes Guzmán, director de la Escuela de Economía de la Universidad Iberoamericana, consideró que este incremento del comercio informal se debe al alto grado de desempleo que hay en el país, la falta de oportunidades a nuevas generaciones de egresados de una universidad así como la precariedad que vive el comercio informal.
“Mercados rodantes” como los de camino a San Miguel, Loma Bella, La Popular, la Capu, Bosques de San Sebastián, Los Lavaderos, Villa Frontera, Agua Santa, La Margarita, prolongación de la 14 Sur y calles como la 43 Poniente, 31 Poniente, Las Hadas y Viveros del Valle, tienen sobrepoblación de informales.
A lo anterior se suma que algunos ciudadanos han optado por comercializar en camionetas productos clonados como bolsas, chamarras, camisetas deportivas entre otros, los cuales albergan a por lo menos 5 mil informales, 3 mil más que hace 2 años.
El especialista en economía destacó que el comercio informal ha venido en aumento desde los años 70, y en la actualidad casi 12 por ciento de la población económicamente activa (alrededor de 14 millones de personas) han recurrido a este tipo de alternativas para obtener un ingreso.
Reyes Guzmán recalcó que lo anterior ha ocasionado un deterioro social en las ciudades, como inseguridad, calles sucias y faltas de garantías que afectan como “cáncer” al empleo formal y al turismo.
El especialista de la Universidad Iberoamericana señaló que la capital poblana no es la excepción, pues con la pérdida paulatina de empleos se mantendrá la tendencia a la alza en tanto las autoridades no den como alternativa lugares adecuados dentro de la formalidad y no solamente a través de operativos.
El problema del ambulantaje en la ciudad —dijo— se refleja en los inconvenientes que ocasionan a ciudadanos debido a la sobrepoblación de los vendedores que literalmente han invadido viviendas, camellones, banquetas y la venta de productos de dudosa procedencia, por lo que hay quienes exigen su retiro tras considerar que la autoridad los privilegia.
Pese a lo anterior, hay otros ciudadanos que prefieren tener cerca de sus viviendas los “mercados rodantes”, al considerar que esta actividad por lo menos evita que los comerciantes informales se vuelvan delincuentes.
Falta personal
¿Pero que va hacer la autoridad ante este problema? El secretario de Gobernación municipal, Pablo Montiel Solana, reconoció que ante la falta de personal y recursos el ayuntamiento regulará la actividad y sobrepoblación del comercio informal que hay en 15 puntos de la ciudad para que de una manera efectiva se determinen espacios, que no se invadan vialidades y que no causen molestias a los vecinos.
“El problema del ambulantaje se trasladó a otros lugares del municipio, mismos que no pueden ser ‘atacados’ debido a que no hay suficiente personal.”
De esta forma, aseveró que con esta nueva contratación que se dará en los próximos días, se logrará tener una plantilla laboral de inspectores de 90, lo cual permitirá controlar el comercio informal que ha emigrado a otras partes de la ciudad.
El funcionario consideró fundamental la contratación de este personal para atacar otros sectores de la ciudad donde prolifera el comercio informal, sobre todo fuera del centro de la ciudad.
“Estamos ya en algunas definiciones y depurando la propuesta para contratar a este nuevo personal, y con ello vigilar más eficientemente la actividad comercial en algunas zonas de la periferia de la ciudad, pues así la verdad, nos está costando mucho trabajo.”
Además, la contratación de nuevo personal permitirá una mejor fiscalización por el cobro y permisos que otorga la administración municipal, pues con el actual esquema se dejan de percibir por lo menos un millón de pesos mensuales que deberían ingresar a las arcas municipales.
Las cifras
De acuerdo a datos actualizados al mes de septiembre de este año de la Encuesta Nacional de Ocupación de Empleo, tanto el estado de Puebla como la capital están por encima de la media nacional de personas que se dedican a alguna actividad informal, pues mientras a nivel nacional tasa de ocupación del comercio informal es de 28.9 por ciento, en el estado es de 34 por ciento y en la capital poblana del 31.4 por ciento.
En junio 2009, en el estado de Puebla había 756 mil 17 personas, para 2010, subió a 824 mil 282 personas y para septiembre de 2011, 796 mil personas económicamente activas que se dedican a alguna actividad informal además de contar con un trabajo.
Por ello, más allá de las consecuencias del ambulantaje, las autoridades tendrán que enfocar sus esfuerzos en atacar este problema a fondo