Los dueños de La Clamatería La Original ganaron un amparo federal que revocó la clausura definitiva que había impuesto la Dirección de Normatividad Comercial desde septiembre de 2011 por detectarse diversas irregularidades en su funcionamiento.
Los vecinos de la colonia El Mirador y Bella Vista hace unos días protestaron por la reapertura del lugar y acusaron a las autoridades de privilegiar a los dueños de este lugar ubicado en 29 Oriente y 24 Sur. Sin embargo, Luis Mora Velasco afirmó que el ayuntamiento nada pudo hacer por evitar la resolución del juez federal, pues los dueños recurrieron a Puebla pero con remitente al estado de Guerrero.
Reconoció que el juzgado federal encargado del caso echó atrás la clausura que había aplicado su dependencia, por lo que no habrá ninguna alternativa para impedir el funcionamiento del lugar. Pero dejó en claro que la única opción que le queda a la autoridad es verificar constantemente la forma como opera este establecimiento, para aplicar las sanciones en caso de encontrar irregularidades.
Además, destacó que un juez haya suspendido esta acción de gobierno no implica un impedimento para mantener los operativos de su personal para multar o cerrar este lugar las veces que sea necesario. Por eso, Mora Velasco sentenció que el ayuntamiento no está atado de manos para actuar cuando se requiera.
La indignación
Lo anterior causó la indignación de algunos de los vecinos de estas demarcaciones, pues a unos metros de este lugar hay algunas instituciones educativas y está contiguo a varias viviendas. Esta cervecería —que es asiduamente visitada por jóvenes que salían de ahí alcoholizados conduciendo autos de lujo— fue clausurada el pasado 15 de septiembre por el director de Normatividad Comercial de la comuna, el empresario Luis Mora Velasco.
Hace unos días los vecinos destacaron que hay suficientes elementos para impedir que se volviera abrir La Clamatería debido a que están plenamente documentadas irregularidades como permitir el ingreso de menores de edad, causar desorden, mal uso de la vía pública, contaminación auditiva y no tenía el cambio de uso de suelo en la zona residencial.
Desde que el lugar reabrió regresaron los problemas a la zona pues ahora no pueden salir de sus domicilios o si lo hacen es con cuidado porque por toda la calle hay menores de edad completamente alcoholizados que pueden agredirlos. Lo anterior ha ocasionado un incremento de inseguridad, así como el ruido excesivo debido a que el establecimiento cuenta con una zona al aire libre.