En un total acto de discriminación y agresiones, personas de la tercera edad contratadas para evitar el estacionamiento en diversos puntos del Centro Histórico, son agredidos por los ciudadanos.
Don Alfredo tiene 68 años y tiene cáncer. Para comprar sus medicamentos, se hizo contratar por la Secretaría de Seguridad Pública como vigilante de las bahías de carga y descarga en vialidades del primer cuadro de la ciudad.
Don Alfredo trabaja de 8 de la mañana a 2 de la tarde sobre la 2 Oriente. Su labor es la de evitar que ciudadanos irresponsables violen el reglamento vial, luego de que se prohibiera el estacionamiento en extrema izquierda.
Este trabajador de la tercera edad, se atrevió a tomar este trabajo para obtener ganancias que le permitan comprar medicamentos para la atención de su mal, pues resultan ser muy caras.
Incluso, de esta forma, Don Alfredo dice sentirse útil y funcional para su familia, para él y para los ciudadanos.
Las violaciones al reglamento son constantes. Sin importar las restricciones de estacionamiento en esta calle, los infractores se tornan agresivos e insultan a las personas de la tercera edad que fueron contratadas para esta labor.
Quienes fueron contratados, aseguran que aún hay mucha irresponsabilidad e ignorancia de los ciudadanos para acatar lo que marca el reglamento vial que recientemente fue incorporado a la restricción de estacionamiento en ciertas zonas de la ciudad.
En el Centro Histórico se aplica en todo el primer cuadro de la ciudad, pero estas personas de la tercera edad son víctimas de los abusos de los ciudadanos a quienes no les importa infringir el reglamento.
Lo más común que ocurre es que los conductores ignoren la prohibición del estacionamiento, que los traten mal o que sean objeto de insultos prácticamente todos los días de la semana.
“Se han puesto groseros con nosotros, aún cuando no se debe permitir el aparcamiento en la 2 Oriente, nos ofenden, nos dicen majaderías, no se vale porque somos personas de la tercera edad y merecemos respeto.”
Quienes fueron contratados para vigilar el funcionamiento de las bahías temporales de estacionamiento, afirmaron que las mujeres son las que más violan el reglamento y las que más les faltan al respeto al momento de hacerles ver su error.
“Yo hago un llamado a todas las mujercitas de Puebla, que son las más agresivas, son las que más se creen influyentes o importantes y nos dicen de groserías, dejan sus vehículos sin importarles.”
Los ancianitos recalcaron que hay un completo desconocimiento de los ciudadanos en materia de reglamento vial, pero además muchos lo hacen sabiendo que violan las disposiciones, pero al final quienes pagan los platos rotos son ellos.
Indicaron que la labor que realiza por un lado para ayudar a los ciudadanos y por otro es su única oportunidad de tener un empelo digno que les deje ganancias —aunque mínimas— pero que les sirve para apoyar a su familia.
Cabe destacar que desde el mes de abril, la Secretaría de Seguridad Pública contrató del centro del Programa de Empleo Temporal (PET) a 120 personas de la tercera edad con el fin de que sean los “Ojos Vigilantes” de la dependencia en el Centro Histórico.
Estas personas se encuentran ubicadas en las bahías que se han establecido a las afueras de los hoteles del primer cuadro de la ciudad.
La labor de estas personas es la de vigilar el buen funcionamiento y horarios de ascenso y descenso de los camiones que lleguen con turistas a estos inmuebles con la finalidad de otorgar un mejor servicio.