Los bulevares Cadete Vicente Suárez, Xonaca, 5 de Mayo, Hermanos Serdán, San Felipe y 11 Norte-Sur son las vialidades más peligrosas de la capital, ya sea por el exceso de velocidad con las que son circuladas o, en su caso, porque concentran la mayor cantidad de accidentes automovilísticos.  

Lo anterior, fue confirmado por el secretario de Seguridad Pública, Amadeo Lara Terrón quien precisó que del total de accidentes viales que se registran en la capital poblana, el 35 por ciento de ellos se concentran en estas seis vialidades, donde se han detectado vehículos circulando a velocidades que llegan alcanzar los 180 kilómetros por hora.

En entrevista, el funcionario municipal aseveró que a través del Operativo Radar, al día se levantan más de 100 infracciones a través de los cinemómetros que fueron adquiridas recientemente para medidas preventivas para obligar a los conductores a disminuir su velocidad.
 
Lara Terrón recalcó que ante esta situación los operativos Radar se han incrementado hasta dos veces por día en cada una de las vialidades que son las que más accidentes generan.

Lamentó que aún los ciudadanos no entiendan la peligrosidad que hay en sus vidas por conducir en exceso de velocidad, pues estas calles son tomadas como pistas de carreras a cualquier hora del día.
Lara Terrón confirmó que estas avenidas principales se han vuelto un foco rojo en cuestión de accidentes, pues en lo que va del año se han llegado a registrar hasta 434 accidentes automovilísticos.

Como consecuencia, la dependencia que encabeza, se vio en la necesidad de redoblar el denominado Operativo Radar, el cual por medio de la colocación de cinemómetros, se detecta la velocidad a la que los ciudadanos manejan por las calles de la capital.

Lara Terrón aseguró que el objetivo principal de retomar este proyecto, es con la intención de reducir los accidentes, ya que la alta velocidad es una de las cinco causas que provocan la muerte de los poblanos.

El responsable de la seguridad en la capital poblana, explicó que este aparato permite tomar dos fotos por segundo y a partir del tiempo y distancia que el aparato mide, se calcula la velocidad sin margen de error.

Un cinemómetro se coloca en un punto estratégico donde se puede registrar la velocidad del vehículo y 200 metros adelante, se encuentra un grupo de elementos de la dependencia para marcar el alto a los detectados y realizar las infracciones correspondientes.

Con las fotografías de testigo, los elementos de la dependencia hacen el reporte oficial para evitar una inconformidad por parte de los ciudadanos afectados.

La consecuencia es que los ciudadanos deberán de pagar la multa la cual dependiendo el caso, podría llegar de ocho a 12 días de salario mínimo como lo señala el Reglamento de Tránsito.