La restricción paulatina del estacionamiento en extrema izquierda en diversas vialidades del Centro Histórico ha comenzado a inconformar a trabajadores y comerciantes por la falta de espacios para dejar sus vehículos.

Se quejan porque ahora tienen que gastar 900 pesos mensuales en el pago de estacionamiento público, porque ahora tienen que dejar sus vehículos en la periferia donde sus unidades son objeto de robo y también por el reducido número de estacionamientos públicos.

Esto, luego de que en los últimos meses vialidades como la 2 Oriente-Poniente, 5 Oriente-Poniente, 16 de Septiembre, 5 Norte-Sur, 7 Oriente-Poniente así como la 2 Norte no se permite el estacionamiento de vehículos, lugares donde por lo menos mil espacios se han perdido por estas medidas implementadas por el ayuntamiento de Puebla.

Este aspecto comenzó a generar molestias en los ciudadanos que acuden diariamente al primer cuadro de la ciudad por no tener los lugares específicos que utilizaban para dejar sus coches durante sus actividades.

Un ejemplo de ello son los trabajadores de oficinas de gobierno, ayuntamiento y comercios, quienes se han manifestado en contra de estas restricciones debido a que la califican como arbitrarias y sin que la autoridad ponga alternativas que no les afecten.

Por un lado manifestaron que con los sueldos bajos que perciben no les alcanza para pagar un estacionamiento público diario, pues al preguntar las tarifas tendrían que pagar por lo menos 900 pesos mensuales por el resguardo de sus vehículos.

En este sentido, detallaron que las tarifas con las que se manejan los estacionamientos públicos son muy altas para el salario que perciben, pues no pueden destinar una parte importantes de su sueldo a este tipo de prestaciones de servicio que se ha convertido en un abuso para los usuarios.

Otra adversidad que ven los trabajadores y ciudadanos es que los estacionamientos públicos siempre se encuentran a tope, no hay lugares después de las 9:00 horas y en consecuencia tienen que buscar en la periferia del primer cuadro de la ciudad espacios para dejar sus vehículos.

Esto ha ocasionado que tengan que recurrir a lugares como la zona de Analco, donde la seguridad de sus vehículos pende de un hilo por la inseguridad que hay en el lugar, pues se arriesgan a que se roben las partes del vehículo o que en su caso cuando regresen no lo encuentren.

También los comerciantes, restauranteros y hoteleros se pronunciaron en contra de esta medida, pues de acuerdo con las autoridades, no podrán utilizar las banderolas que se usan para el apartado de lugares para sus clientes, por ser de uso irregular por no haber un convenio con las actuales autoridades municipales.

En este sentido, afirmaron que esto representará caídas en el servicio a sus clientes, pues al final por lo menos pasan dos horas en el Centro Histórico mientras realizan sus compras en comercios, desayunan o buscan hospedaje en un hotel.

Por ello, los entrevistados propusieron a las autoridades a dar alternativas de solución a sus demandas como el hecho de bajar las tarifas de estacionamiento, o en su caso obligar a los dueños a firmar un convenio para reducir las cuotas de acuerdo a las horas que puedan ocupar de este servicio.

Además, pidieron fomentar la construcción de más estacionamientos en inmuebles abandonados, reduciendo los costos de los permisos o aplicando incentivos fiscales para que los inversionistas se interesen en el primer cuadro de la ciudad.

Por último, se manifestaron por suspender temporalmente la restricción de estacionamiento en extrema izquierda en estas vialidades hasta que no haya alternativas reales que no afecten sus actividades y su economía.