El dictamen realizado a departamentos de la colonia Manuel Rivera Anaya determinó que el puente del metrobús no es peligroso, ni su construcción causa afectaciones a 15 edificios de la zona, aunque el estudio lo realizó la empresa privada SIPSA y no el Sistema Estatal de Protección Civil (Seproci).
El documento, en poder de Intolerancia Diario, señala a grandes rasgos que las afectaciones como grietas y separación de los edificios, no fue causado por la edificación del puente, a escasos centímetros de las bardas de las viviendas.
El documento es firmado por el mismo encargado de la obra, de la empresa Serrano Ingenieros de Puebla (SIPSA) y señala que las afectaciones son producto del desgaste tras varios años de los edificios, aunque este fin de semana, la empresa constructora apuntaló los muros de las zotehuelas.
“Creen que nos chupamos el dedo, nos entregan un dictamen donde dicen que ellos no hicieron nada, esa empresa es pagada por Cemex, ellos fueron los encargados de la revisión, ni siquiera utilizaron aparatos para medir”, señaló una de las vecinas que pidió anonimato.
“O sea que los constructores se convirtieron en juez y parte, ellos mismos deciden que no nos han hecho daño, mientras que Protección Civil, sólo es un títere en este juego de engaños.”
En tanto, este fin de semana reiniciaron actividades los trabajos para la construcción del puente, mediante un convenio, donde la empresa se comprometió a edificar un muro de contención para las viviendas y evitar así cualquier accidente, además de que no se realizarán trabajos en la madrugada.
“Prometieron que el 15 de diciembre acabarían la obra, ahora lo que esperamos es un seguro por daños menores y mayores que nos cubra cualquier percance por varios años, ya que ellos se van tan tranquilos y nosotros seguiremos viviendo aquí.”
El dictamen
El documento del dictamen consta de siete páginas, pero solo en cuatro se hacen los señalamientos como observaciones y conclusiones, en el resto solo se hace la presentación de la “opinión técnica de la seguridad estructural”.
El dictamen está escrito en papeles membretados por la empresa SIPSA, propiedad de Sebastián Serrano, la misma que realizó los estudios del Palenque de la Feria, tras afectaciones en su estructura.
El documento es dirigido a Miguel Ángel Monroy López con fecha del 29 de noviembre, el mismo día que se hicieron las visitas a las viviendas presuntamente dañadas por la construcción.
Se detalla que fueron visitados departamentos de 10 edificios (304, 305, 307, 309, 313, 314, 315, 316, 317, 318) que colindan con el puente en construcción y con más daños.
Argumentan los ingenieros de SIPSA, que se aprecia la falta de mantenimiento de los inmuebles, los cuales cuentan con repellados agrietados y con la presencia de desconchamientos del acabado en algunas zonas exteriores.
Asimismo subraya que los departamentos presentan problemas de humedad en las zonas de los baños, escaleras, muros en el nivel superior que sirven de apoyo a los tanques de agua y cocina, además de que presenta un padrón de agrietamiento vertical en el muro que divide las dos áreas.
Señala que los acabados en plafones son a base de tirol, presentando en la mayoría de los departamentos agrietamientos en algunos casos reparados o pintados, “propios de la edad del acabado, poco espesor del mismo y a la falta de mantenimiento”.
Asimismo indica el estudio que los pisos de los departamentos son de mosaico, los que presentan también agrietamientos en diversas piezas de cada habitación, sin un patrón constante.
“Dada la época de la construcción y las condiciones actuales de la estructura, no es posible verificar el tipo y estado de la cimentación”, señala el texto.
Menciona que en las azoteas se aprecian daños en acabados de pretiles, acumulación de basura, sistemas deficientes de sujeción de tuberías y cableado y humedades en las paredes de los tanques de agua, en algunos casos sin servicio.
“Los departamentos que se visitaron y que han tenido un programa de mantenimiento durante su vida de servicio presentan mínimos problemas, siendo los más comunes las fisuras en los plafones.
”Se observa separaciones entre los edificios y la falta de un material aislante, esta separación es apreciable y presenta basura y vegetación interior”, señala el documento.
Por lo tanto, en las conclusiones firmadas por Hugo Fernando Dueñas Fomperosa, de afirma que los agrietamientos son debido a la falta de mantenimiento, debido a la corrosión del acero de refuerzo que no se atacó en el momento.
Señala que la humedad en los interiores de los departamentos es debido en gran parte a la ubicación y degradación de las bajadas de aguas negras y pluviales ubicadas en el muro que separa a la cocina del baño y al poco espesor del recubrimiento o la falta de encamisado para la bajante sanitaria.
Indica que los agrietamientos sin patrón de los mosaicos del piso, pueden deberse al material utilizado en la colocación, cambios de temperatura y hasta las vibraciones del paso del ferrocarril.
“En su mayoría las grietas existentes ya contienen polvo y rellenos acumulados por el paso del tiempo, es decir no están limpias como lo sería con una grieta reciente.”
Menciona que en los patios de servicio o zotehuelas las bardas no cuentas con cadenas de cerramiento ni castillos necesarios en algunos casos, las bardas han sido ampliadas en su altura sin colocarles elementos de confinamiento.
“Esto causa la falta de estabilidad de ellas, así como el desplazamiento al aplicarles una carga lateral pequeña. Es conveniente aclarar que estas bardas no tendrán cargas laterales debidas a la construcción de las obras del puente.
”La falta de mantenimiento en azoteas y la acumulación de basura provocan encharcamientos y filtraciones de agua pluvial al interior de las viviendas de los pisos superiores.
”La separación de los edificios es normal, debido a que no comparten muros y esta separación no depende de eventos sísmicos ni de fuentes de vibración cercanas.
”La separación entre dichos edificios además es una condición estructural contenida en los códigos y normas de construcción.”
Pero también justifican dificultades posteriores, al señalar que algunos edificios han sufrido modificaciones en sus espacios, como apertura de murtos y ventanas, podrían causar un problema estructural futuro.
“Se recomienda a los usuarios un análisis general del comportamiento estructural ante estas modificaciones.”
Y finalmente concluye el dictamen que dado el sistema estructural de los edificios, los muros de carga en general no presentan daños significativos o que pongan en riesgo la estabilidad del inmueble a corto plazo.
“Los daños observados en los edificios y en los departamentos visitados en el momento del levantamiento de estos datos, no se consideran de riesgo a corto plazo para la seguridad y estabilidad estructural del inmueble.
”El estado de degradación del inmueble es causado por la falta de mantenimiento por penetración de agua en la estructura, por la baja calidad y envejecimiento de los materiales y por modificaciones aleatorias sin criterios estructurales (…)”, concluye el documento firmado por el director responsable de la obra, Hugo Fernando Duelas Fomperosa.
La minuta
El pasado 28 de noviembre, el gobierno estatal entregó a los inconformes una minuta plasmada en tres hojas con letras enormes, pero sin la firma de ninguna autoridad de los compromisos para mejorar la construcción para proteger a los vecinos.
“Se dialogó con los vecinos y se establecieron los siguientes acuerdos:
”1. En la unión de bardas correspondientes a las casas se colocará concreto y en la parte superior será colocada una tapa de juntas de lámina, llamadas abate aguas, a satisfacción del vecino propietario.
”2. Se colocará malla, como extensión de la barda y así brindar privacidad y seguridad para los vecinos.
”3. La Secretaría de Infraestructura, Cemex-Concretos, Protección Civil del Estado de la SGG (Secretaría General de Gobierno) y una comisión de vecinos, integrarán un grupo de inspección para valorar los daños ocasionados a las casas por la construcción, a fin de determinar la procedencia de un seguro de vivienda total.
”4. Se acuerda que los trabajos de compactación sean realizados con un sólo vibrador o compactador y no dos a la vez.”
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Jorge Castillo es un periodista poblano con 22 años de experiencia, especializado en temas de transparencia. Ganador del Premio Estatal de Periodismo en dos ocasiones por sus investigaciones que revelaron la compra irregular de helicópteros por el gobierno del ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y la estafa de saneamiento de agua en el estado.