Este proyecto que trató de iniciar Blanca Alcalá Ruiz desde diciembre de 2010, y del que incluso la colocación de la primera piedra fue impedida por un grupo de introductores, aún no se consolida por conflictos entre dos grupos de introductores.
El principal obstáculo es que mientras la mayoría de los introductores cuenta con una empresa constructora para realizar la edificación, hay un grupo disidente que pide otra valoración, pues un solo local les costaría a ellos entre 1.2 y 1.6 millones de pesos cada espacio, por lo costoso de la construcción que según el último avalúo sería de 44.5 millones de pesos.
En la administración de Eduardo Riveras se ha tratado de mediar entre ambos grupos para llegar a un acuerdo que los favorezca, pues al final se trata de un conflicto particular entre ellos.
Al respecto, el administrador de Industrial de Abasto Puebla, Alejandro Landero Carrasco, destacó que desde la administración anterior se entregó en comodato un predio de 12 mil metros cuadrados a un costado de las instalaciones generales del Rastro Municipal.
Indicó que los mismos integrantes de la cooperativa impidieron el arranque de las obras durante la administración anterior por conflictos al interior entre los introductores por diferencias de costos.
El funcionario municipal recalcó que en esta administración se ha realizado la revisión legal a través de la sindicatura municipal y el representante de la cooperativa, Carlos Flores Puertos, para realizar el proyecto conjuntamente.
Aseveró que la obra se mantiene detenida debido a que introductores se oponen a contratar a la constructora Coyabo por el alto costo de las obras y que representarían gastos superiores al millón de pesos por cada local.
Para lograr esto, se conformaría un fideicomiso a través del Banco Inbursa para que los introductores de carne aportaran sus contribuciones económicas para iniciar la construcción. En este sentido, Landero Carrasco aseguró que la empresa Coyabo se encargaría de obtener el financiamiento junto con la institución bancaria para financiar locales a un precio promedio de 1.2 a 1.6 millones de pesos cada uno que por 38 locales, 4 cámaras frías y 4 comercios se elevaba el costo.
Ante esta situación, explicó que un grupo disidente se opuso a realizar el contrato con esta constructora por lo que propusieron buscar otras alternativas más baratas y accesibles para no afectar sus bolsillos.
Sin embargo, por esta confrontación de intereses es lo que está frenando el proyecto del Mercado de Carnes Calidad Suprema, pero que no afecta la ejecución del rastro Tipo Inspección Federal (TIF).
El Mercado de Carnes sería construido en una superficie de terreno de 12 mil metros cuadrados, la cual tendría una planta de tratamiento de aguas residuales, cámaras frigoríficas, locales de servicio, oficinas administrativas, baños, andenes, patio de maniobras y estacionamiento. En el lugar se establecían 38 locales en donde se comercializarán los productos cárnicos de manera higiénica, de los cuales destacan 22 de ellos, de 70 metros cuadrados y 16 más de 40 metros cuadrados.