Los regidores David Méndez Márquez, Verónica Mastretta y Matías Rivero, aseguraron que en la destrucción de esta casona hubo complicidad y tolerancia para no frenar este daño al patrimonio histórico, tal y como ocurrió también con el edificio que fue destruido para construir las torres del teleférico.
Indicaron que esta tolerancia se reflejó en el hecho de que los responsables de construir el estacionamiento en esta casona colocarán una supuesta licencia que era exhibida en la fachada de esta casona cuando la realidad es que no había tal autorización.
“Pero si tú ves una tolerancia del INAH, ves un letrero exhibido con un número de una aparente licencia, quiere decir que las instituciones están funcionando cada cual por su lado y esto provoca el daño irreversible al patrimonio histórico.”
Resaltaron que si hubiera una mano firme por parte de esta instancia federal, no se habría llegado a dañar un inmueble que es patrimonio del Centro Histórico de la ciudad, tal y como ha ocurrido con otros inmuebles.
Los cabildantes recalcaron que desde un inicio de las obras en esta casona bien se pudieron haber detenido con antelación negando cualquier consentimiento y que se frenara la obra cuando es demasiado tarde.
“Aquí lo malo es que se salga con la suya el particular que destruyó este inmueble, que no haya consecuencias de ningún tipo y que se salga con la suya en uno o dos años cuando termine la actual administración pues se podemos detener las acciones un año más.”
Los regidores poblanos recalcaron que esto no hubiera ocurrido si las autoridades del INAH estuvieran al pendiente de lo que se hace en el primer cuadro de la ciudad, pues se trata de una institución federal que tuvo un delegado (Víctor Hugo Valencia Valera) que permitió muchos daños.
Indicaron que en el caso de esta casona no se puede descartar un posible hecho de corrupción para permitir esta construcción ilegal, pues se sabe que los dueños cuentan con fuerte capital económico para comprar esta casona y al mismo tiempo realizar una construcción de un estacionamiento que es sumamente costoso.
Ante ello, solicitarán un informe detallado al Instituto Nacional de Antropología e Historia para saber las acciones legales que se van a emprender en contra de los responsables y obligar a esta instancia federal a aplicar todo el peso de la ley.
Por lo tanto, los cabildantes poblanos sentenciaron que no bajarán la guardia para proteger los inmuebles que hayan sido dañados por la tolerancia del INAH, por lo que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.