Por lo menos 10 toneladas de pilas no llegaron a causar graves “focos” de contaminación en ríos y barrancas, después de que el ayuntamiento de Puebla amplió un 24 por ciento la cobertura para el reciclaje de baterías.
Las pilas son fabricadas con 30 por ciento de materiales que causan daños a la salud y al medio ambiente.
De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud, se considera a estos residuos peligrosos como posibles causales cancerígenos en los seres humanos.
La contaminación producida por los elementos que contienen las baterías ocasiona daños severos en los humanos, como la perforación de la placenta, cáncer, daños cerebrales, ceguera, convulsiones, cambio de personalidad, sordera y problemas de riñones y pulmones.
Se calcula que una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua; una alcalina, 167 mil litros de agua; una de óxido de plata, 14 mil litros; una de zinc-aire, 12 mil litros; una de carbón-zinc, 3 mil litros.
Es por ello que la Secretaría de Medio Ambiente, en la capital, ha incrementado los centros de acopio, así como la cobertura de este tipo de residuos, para evitar que los ciudadanos ocasionen graves daños a la ecología por un descuido o irresponsabilidad.
Al respecto, el titular del área, Alejandro Fabre Bandini, aseveró que en la capital poblana se reciclan aproximadamente 4 toneladas de pilas en los centros de abasto que hay en todas las tiendas de conveniencia, tanto de la capital como de la zona metropolitana, así como en San Andrés y San Pedro Cholula.
Sin embargo, el año pasado se logró un incremento de 10 toneladas de pilas recicladas que ya no llegaron a contaminar ríos y barrancas, que eran los lugares más comunes en dónde los ciudadanos las arrojaban.
Indicó que, una vez concentrados estos materiales altamente contaminantes, se procede a enviar los desechos a un lugar especial de destino final en el norte de la República mexicana, a través de una empresa contratada por la autoridad municipal.
Destacó que el problema de la contaminación de agua potable, ocasionada por residuos peligrosos contenidos en pilas, es un problema de salud pública que debe tener una atención permanente en las administraciones municipales.
Señaló que este problema se complica debido a que los ciudadanos aún no entienden la peligrosidad del problema, pues siguen mezclando este tipo de desechos peligrosos con otro tipo de basura, que va a parar al relleno sanitario y es difícil de identificar.
El funcionario municipal destacó que el ayuntamiento tiene un convenio firmado con más de 172 tiendas de conveniencia en el municipio, que cuentan con contenedores para el reciclaje para pilas.
Problema de salud pública
Para contaminar 6.5 millones de litros de agua se necesitarían sólo 11 pilas de botón, de óxido de mercurio, o 40 alcalinas.
Las pilas de origen ilegal o "piratas" contaminan más que otras, debido a que su tiempo de duración es muy corto, por lo que se desechan rápidamente.
Se calcula que en un año se consumen más de 300 millones de pilas de origen ilegal, lo cual podría dar una dimensión de la cantidad de materiales que dañan la salud de los humanos y su medio ambiente.
En México, cuando una pila ya no sirve se tira en la basura doméstica o a cielo abierto; por la descomposición de sus elementos, se oxidan y derraman diferentes tóxicos en suelo, agua y aire. Lo mismo sucede cuando se queman en basureros o se incineran.
De las mil 600 toneladas que se producen diariamente en la ciudad de Puebla, sólo el 20 ó 25 por ciento es susceptible de reciclarse, y de esta cifra un dos por ciento lo conforman residuos peligrosos como pilas, celulares, equipo de cómputo y electrodomésticos usados.
Se calcula que por lo menos el 95 por ciento de este producto se encuentra esparcido a lo largo y ancho del país, y no en un lugar idóneo para su resguardo y destrucción.
De 1990 a la fecha, la cantidad de pilas en desuso y mal dispuestas se ha triplicado, situación que agrava aún más el problema ambiental.