De acuerdo con un diagnóstico hecho por la Secretaría de Medio Ambiente, estos árboles tendrán que ser retirados en su totalidad porque resultan de riesgo para la población ya que se encuentran enfermos.
Para ello, el ayuntamiento renovó el convenio con el contratista que apoya a las autoridades para realizar estas acciones en toda la ciudad, donde se han marcado los árboles que tendrán que ser retirados.
Por cada 30 árboles que son detectados durante una atención de emergencia, por lo menos 10 deberán ser retirados de manera definitiva porque se encuentran enfermos y débiles para soportar un fuerte viento o la lluvia.
La dependencia se ve en aprietos para atender los árboles que se encuentran en estas circunstancias debido a que por cada lluvia en un día se tienen que atender hasta cuatro reportes por caída.
Esta problemática se agrava, debido a que en casi todos los camellones principales de la capital se encuentran árboles de entre 10 y hasta 50 metros de alto, situación que eleva su peligrosidad si se mantienen en estos lugares.
Al respecto, el titular de la dependencia, Alejandro Fabre Bandini, destacó que sobre todo se está incrementando la caída de árboles de eucalipto, que son los más propensos a enfermarse y en consecuencia se vienen abajo porque se encuentran débiles para soportar las lluvias.
Si bien se atienden los reportes de caída de árboles, el funcionario municipal dijo que en ocasiones no se dan abasto para retirar un número mayor de estos, pues llegan a tener hasta cuatro atenciones al mismo tiempo por estas circunstancias.
El funcionario municipal aseveró que en lo que va de la administración se han retirado más de dos mil árboles en todo el municipio, que eran de alto riesgo para la población, por este tipo de circunstancias que resultan en esta temporada.
Aseguró que estas áreas verdes representaban un riesgo para los ciudadanos debido a que se trataba de troncos con plaga, podridos o enfermos que en cualquier momento se pueden venir abajo con un fuerte viento o las lluvias.
Indicó que los trabajos que se han realizado por parte de la Secretaría de Medio Ambiente avalaron la necesidad del retiro de estos árboles enfermos de avenidas principales y colonias de varios puntos de la capital poblana.
Fabre Bandini afirmó que para tomar esta determinación se realizó un diagnóstico de las condiciones de estos árboles, mismo que arrojó que se trataba de árboles que estaban a punto de colapsarse con su avanzada edad o tenían enfermedades.
Estos dos mil árboles se han venido retirando desde el inicio de la administración porque ponían en riesgo a la población, mientras que otros cinco mil fueron atendidos con podas de ramas para evitar incidentes.
El secretario de Medio Ambiente reiteró que en este momento se ha cambiado la estrategia para el retiro y poda de árboles, pues antes se hacía por reportes y solicitudes de los ciudadanos; ahora se ataca el problema por urgencia, así como por la seguridad de los ciudadanos en zonas de la ciudad.
Explicó que los árboles derribados son convertidos en composta, que es utilizada como abono para mantener en buenas condiciones las áreas verdes de todo el municipio y no dejarse de atender.
Además, los árboles que son retirados son sustituidos por árboles sanos que se contemplan dentro del Programa de Reforestación que tiene el ayuntamiento de manera permanente en toda la ciudad.