Ya sea por cualquier circunstancia como viudez, divorcio o abandono se calcula que en Puebla existen más de 20 mil hombres en estas circunstancias, quienes se quedan con la responsabilidad de los hijos.
En los hogares con padre, en 95.7 por ciento está presente la cónyuge, en 2.2 por ciento sólo el padre con sus hijos, y en 2.1 por ciento el padre, sus hijos y otros miembros.
Según estadísticas del Consejo Nacional de la Población (Conapo), el número de hombres que cuidan a sus hijos sin el apoyo de la madre ha aumentado desde el año 2000 y suman cerca de 907 mil papás solteros en México.
Y cada año crece más el número de papás que buscan desesperados la custodia de sus hijos, reconoció el DIF en Puebla (SMDIF), aunque señaló que aún no es muy común atender casos de este tipo y mucho menos en apoyo de dependencias estatales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) elaboró un perfil de los individuos que han asumido el papel de la paternidad en las últimas décadas, aunque no sea el padre biológico.
En dichos hogares están presentes 37.1 millones de personas con el parentesco hijo(a), quienes constituyen 79.2 por ciento de la población que tiene ese vínculo o relación con el jefe o jefa del hogar.
En México, la mayoría de los padres son adultos que han alcanzado la madurez, es decir, tienen de 30 a 44 años (42.3 por ciento), y de 45 a 59 años (32 por ciento); en cambio, los adultos mayores (60 años y más) y los jóvenes (menores de 30 años) representan juntos la cuarta parte de todos los padres.
Los padres de 45 a 59 años se relacionan con hijos adultos (38.6 por ciento) y con hijos menores, adolescentes y adultos (35.7 por ciento); mientras los padres adultos mayores cohabitan sobre todo con hijos adultos (84.8 por ciento) y sólo 8.5 por ciento con hijos menores, adolescentes y adultos.
De todo un poco
Uno de cada cinco padres nunca se preocupa por sus hijos o hijas, mientras que 40 por ciento de 300 papás entrevistados mencionó que dedican de 2 a 4 horas diarias a la convivencia con sus hijos, 28.5 por ciento entre 4 y 7 horas, y sólo un 4.8 por ciento señaló que convive con sus hijos el fin de semana.
Así lo reveló la Asociación Hombres por la Equidad AC, organismo que afirma que estas cifras son indicativas de que es necesario modificar los estereotipos y roles tradicionales asignados a hombres y mujeres para lograr el pleno ejercicio de la equidad haciendo posible entonces que las tareas y las responsabilidades en la crianza de los hijos se distribuyan.
Entre 7 y 8 por ciento de las familias del municipio de Puebla sólo tiene la figura paterna, o sea, en un aproximado de 14 mil familias el hombre cumple el doble papel de padre y madre, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
“Hoy ya es común que numerosos hombres, sobre todo jóvenes, busquen participar de manera más activa e integral en el desarrollo físico y emocional de sus hijas e hijos, dejando de lado el papel sólo de proveedores del hogar”, señala el estudio.
En cuanto a la jefatura femenina, en el año 2005 los hogares mexicanos ascendieron a 24.8 millones: 19.1 está encabezado por hombres y 5.7 por mujeres. Esto significa que de cada cuatro hogares que hay en el país, uno está a cargo de una mujer.
Aunque para muchos el objetivo de la celebración del Día del Padre es aumentar las ventas comerciales, para otros sirve para valorar nuevamente el papel del cada vez menos llamado “jefe de familia”.
En el caso de las madres, el festejo va acompañado de un regalo prácticamente siempre. Dos de cada tres mexicanos dan regalo a alguna madre el 10 de mayo, en cambio, sólo uno de cada cuatro piensa dar un regalo el Día del Padre.
Educados
El mismo estudio de la Asociación Hombres por la Equidad indicó que la mayoría de los padres son alfabetas (94.4 por ciento), el resto (5.6) son analfabetas, principalmente padres de 45 años y más.
En el nivel de escolaridad de los padres se observa que la mayor parte tiene educación básica incompleta (hasta segundo año de secundaria) y 30.8 por ciento educación posbásica, de éstos 15.2 por ciento tiene instrucción superior o posgrado.
De los padres jóvenes, 34.7 por ciento tiene educación básica incompleta, 33 por ciento básica completa, 20.8 por ciento algún año en preparatoria, 8.6 por ciento alguno en superior o posgrado, y 2.9 por ciento carece de escolaridad.
En cambio, de los padres con edades entre 30 y 44 años, 33.8 por ciento tiene educación básica incompleta, 28.4 por ciento básica completa, 19.6 por ciento algún año en preparatoria, 15 por ciento alguno en superior o posgrado y 3.2 por ciento sin escolaridad.
La mayoría de los padres de 45 a 59 años tiene básica incompleta (43.8 por ciento), 15.6 por ciento básica completa, 13.4 por ciento algún año en preparatoria, 20.2 por ciento alguno en superior o posgrado y 7 por ciento carece de escolaridad.
De los padres de 60 y más años, 57.8 por ciento tiene educación básica incompleta, 7.7 por ciento básica completa, 4.9 por ciento algún año en preparatoria, 9.6 por ciento alguno en superior o posgrado y 20 por ciento no tiene escolaridad.
De acuerdo con la condición de actividad, 87.1 por ciento (14.1 millones) de los padres están ocupados, 2.9 por ciento (473.2 mil) desocupados, 4.2 por ciento (681.9 mil) jubilados o pensionados (exclusivamente por trabajo), 0.3 por ciento (42.3 mil) incapacitados permanentemente para trabajar.
El 0.6 por ciento (102.2 mil) habitualmente realizan quehaceres domésticos, 0.1 por ciento (8 mil 574) normalmente estudian y 4.8 por ciento (783.4 mil) son otros no activos (incluye, entre otros, a quienes tienen una limitación física y/o mental temporal y a quienes no desean trabajar).
Los padres incapacitados para trabajar que se dedican a los quehaceres del hogar o son otros no activos muestran tendencias similares por grupos de edad; por ejemplo, de los otros no activos, 51.9 por ciento son adultos mayores, 29.2 por ciento tiene de 45 a 59 años, 15.5 por ciento de 30 a 44 años y 3.4 por ciento registra menos de 30 años.
En contraste, los que estudian y los jubilados o pensionados muestran proporciones diferentes del resto, y por edades son opuestos entre sí.
De quienes estudian, 58.3 por ciento tiene menos de 30 años; 20 por ciento de 30 a 44; 5.8 por ciento entre 45 y 59, y 15.9 por ciento registra 60 años y más. Por otra parte, de los jubilados o pensionados, cuatro quintas partes tiene 60 años o más, y el resto entre 45 y 59 años.
Comercialización
Un estudio sobre los hábitos de compra con motivo del Día del Padre de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló que durante los meses de mayo y junio de este año, 59 por ciento de las familias mantendrá la forma de la celebración y 61 por ciento tendrá un gasto que será igual que el año pasado.
El gasto promedio en el festejo, incluyendo regalos, será de 465 pesos por familia. Lo que demuestra que la gratitud es la principal motivación (77 por ciento) para festejar y/o dar regalos a los papás, mientras que aquellos que no lo harán consideran que sólo es una fecha comercial.
Aunque los festejos del Día del Padre están aún muy lejos de parecerse a los del Día de la Madre, también cada año la mercadotecnia crece más, para tratar de convencer o fomentar a los hijos de las benevolencias e importancia de ser “papá”.
También datos del sondeo muestran que un 43 por ciento regala objetos personales y 40 por ciento celebra con una comida en casa. Además, 39 por ciento aprovecha las ofertas para comprar regalos para papá y 26 por ciento para él mismo o su familia.
La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Puebla este domingo del Día del Padre espera un repunte en sus ventas desde un 5 hasta 30 por ciento.
Según datos del organismo, son las tiendas departamentales las que prevén el incremento en sus ventas 30 por ciento, mientras las de ropa será 20 por ciento y las de deportes hasta 10 por ciento, las zapaterías son las que menos incrementan sus ventas: 5 por ciento.
Según Consulta Mitofsky, tras un estudio para saber cómo festejan los mexicanos esta fecha en contraste con el Día de la Madre, levantada a mil ciudadanos, sólo 14 por ciento supo que el tercer domingo de junio se conmemora el Día del Padre.
Sin embargo, 72 por ciento pudo ubicarlo en el mes de junio, mientras que 94 por ciento sabe la fecha en que se celebra el Día de la Madre en México.
Solamente uno de cada dos mexicanos tiene costumbre de celebrar el Día del Padre, muy por abajo de 78 por ciento en el caso de la madre.
Más allá de la costumbre, 46 por ciento piensa celebrarlo este año, porcentaje si bien nada despreciable está muy por abajo también del 67 por ciento que manifestó la intención de festejar a la madre.
En el caso de las madres, el festejo va acompañado de un regalo prácticamente siempre. Dos de cada tres mexicanos dan regalo a alguna madre el 10 de mayo, en cambio sólo uno de cada cuatro piensa dar un regalo el Día del Padre.
De manera natural, los regalos son distintos a los que se da a la madre, mientras la mamá recibe no sólo ropa también flores, comidas, joyas o electrodomésticos, al padre solamente se le da ropa y lociones.
Es difícil superar una tradición de décadas y una sociedad centrada en el culto a la madre. Es un hecho que el Día del Padre no es aún un festejo generalizado aunque no es despreciable que 9 de cada 20 mexicanos digan que piensan festejar este tercer domingo de junio.
Breve historia del festejo
El Día del Padre surgió en Norteamérica e inicialmente fue promovido en 1910 por Smart Dood; en 1924, el presidente Calvin Coolidge lo convirtió en una celebración nacional.
En 1966 Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como Día del Padre. En nuestro país esta celebración se inició en los años 50.