Esto ha ocasionado que esta instancia federal abriera un procedimiento administrativo en contra del ayuntamiento de Puebla por el deficiente funcionamiento del tiradero de basura en el municipio y que puede derivar en una multa millonaria.
Al respecto, la presidente de la Comisión de Ecología en el cabildo poblano, Verónica Mastretta Guzmán, destacó que entre las observaciones hechas que se tienen que cumplir de acuerdo al diagnóstico que entregue la Conagua se encuentra el hecho de impedir la fuga de lixiviados en el lugar, que se coloque una nueva malla ciclónica alrededor del relleno sanitario, que los empleados cuenten con medidas de seguridad, que se restringa el uso de la celda A debido a que rebasó la altura establecida por la Norma 083 de Medio Ambiente.
La regidora aseveró que en total son 15 observaciones que se hicieron en el manejo del relleno sanitario, solo la mitad las ha cumplido la concesionaria RESA, por lo que se tiene que esperar al diagnóstico final que emita la Conagua.
Indicó que esta instancia federal es la única que puede emitir una sanción por el incumplimiento de estas observaciones, por lo que el ayuntamiento no la pagaría sino RESA por las omisiones.
Mastretta Guzmán recalcó que una vez que esta instancia envié el resolutivo de la inspección en el tiradero municipal, se procederá a aplicar una multa o, en su caso, poder llegar hasta la cancelación del contrato.
Detalló que el problema primordial se dio en los canales de conducción de la laguna de evaporación de los lixiviados, luego de que se rebasó su capacidad y por ello, se generaron los escurrimientos que para la funcionaria no son graves ni peligrosos.
La encargada de esta área señaló que la administración municipal obligó a la empresa RESA a la construcción de una cuarta laguna de evaporación en abril de 2013, precisamente para evitar el derrame de estos desperdicios, ya que desde 2005 contaban sólo con tres lagunas.
Además, aseveró que se ha solicitado un permiso a la Comisión Nacional del Agua para embovedar el cauce de la barranca El Aguaje, que tiene una filtración de lixiviados, con la intención de evitar más irregularidades.
Mastretta Guzmán consideró que en caso de no hacer las modificaciones necesarias, así como el entubamiento de la barranca El Aguaje, el relleno sanitario sólo tendrá dos años más de vida útil.