Para la fiesta de la “Villita”, en el Paseo Bravo, la Secretaría de Gobernación autorizó 500 puestos ambulantes sobre vía pública, mientras que en las inmediaciones del Seminario Palafoxiano no se otorgarán permisos para comerciantes, a petición de las autoridades eclesiásticas.

Tras precisar que los comerciantes se instalarán en los parques cercanos al Paseo Bravo, pero no sobre el arroyo vehicular, el director de Desarrollo Político de la comuna poblana, Juan Francisco Dávila Mora, indicó que los ambulantes se comenzarán a instalar desde la madrugada del 11 y estarán hasta el último minuto del 12 de diciembre.

De acuerdo con el funcionario, casi todos los puestos que se autorizaron tienen que ver con comida, antojitos, ropa de temporada y venta de artículos religiosos, quedando prohibida la venta de alcohol, “piratería” y pirotecnia.

Asimismo, informó que se dispondrá de una brigada permanente de supervisión en la zona del Paseo Bravo, para verificar que se respete el número de espacios otorgados por la dependencia a comerciantes informales, así como el espacio asignado para esta actividad.

Sobre los juegos mecánicos, el funcionario municipal detalló que para evitar la reducción de ellos se buscó un espacio suficiente para su instalación, por lo que ocuparán la 13 Sur, de la 11 a la avenida Reforma.

Por ello, Dávila Mora aseveró que a partir del día 11 se encontrarán cerradas a la circulación la avenida Reforma, de 11 a 15 Sur; 3 Poniente, lateral de la 13 Poniente, desde la 2, y la avenida Juárez.
Destacó que los comerciantes tienen prohibido instalarse sobre el arroyo vehicular y podrán hacerlo desde la madrugada del 11 y hasta el último minuto del 12 de diciembre.

En tanto, el director de Protección Civil municipal, Gustavo Ariza Salvatori, informó que, como cada año, personal de su dependencia realizará operativos en la zona de la “Villita”, para supervisar la instalación de los ambulantes, así como para hacer que cuenten con las medidas de seguridad necesarias, como la instalación de tanques de gas, que existan los espacios suficientes para la evacuación de personas en caso de una emergencia, y la revisión  de las instalaciones eléctricas para que no se sobrecarguen los transformadores de la zona.