Por falta de personal para realizar operativos, así como una deficiente difusión del nuevo reglamento para sancionar la generación de ruido excesivo en comercios, ambulantes, discotecas, bares y otras empresas, es que no funcionó como debiera esta disposición aprobada por la comuna.

Aunque a través de diversos operativos se lograron sancionar a 30 comercios, faltó que se abarcaran otros puntos en la ciudad donde el problema del ruido sigue fuera de control. Un ejemplo de ello son las constantes quejas de vecinos del barrio de Analco, en donde los comerciantes ambulantes que venden artesanía en el lugar exceden los decibeles permitidos por el nuevo reglamento.

La presidenta de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del ayuntamiento de Puebla, Verónica Mastretta Guzmán, aseguró que la falta de resultados más eficientes se atribuye a la falta de una buena promoción informativa, así como a la capacidad de personal, que el nuevo reglamento de control de los excesos de ruido está a punto de fracasar, pues tanto empresas de publicidad como antros y negocios rodantes han incumplido con esta nueva normativa.

Reconoció que a casi un año de que se aprobaran las reformas al Código Reglamentario del Municipio de Puebla (Coremun) para la regulación de los decibeles de ruido, nadie respeta esta instrucción.

La regidora destacó que entre los principales problemas está la falta de capacitación y vigilancia por parte del ayuntamiento de Puebla, para aplicar operativos de revisión y control, además de una campaña de difusión “Bájale al ruido”, para que se conozcan los alcances de esta instrucción.


Refirió que otro de los problemas es las atribuciones con las que cuentan los elementos de la Dirección de Tránsito Municipal para poder realizar los operativos de control de ruido, pues actualmente un agente solo podría revisar con los sonómetros a los autos que generan ruido comercial, pero no de motor.
Aseveró que el control del ruido emitido por los autos de motor sólo es una facultad con la que cuenta la Secretaría del Transporte, por lo que sería necesario un convenio para cederle las atribuciones al municipio: “Tenemos que hacer convenios para que nuestros agentes de tránsito tengan más atribuciones, y también los sonómetros, para que no nada más puedan detener a los que van generando ruido comercial, sino también a los motores, y eso sólo lo hace el estado".
La regidora aseveró que, de acuerdo con el nuevo reglamento, los decibeles máximos que se pueden emitir en autos son 68 durante el día, mientras que de noche se disminuye a 65: "Hemos encontrado una absoluta renuencia, los gaseros me han dejado plantada, los dueños de las gaseras no han querido reunirse para decirles ‘le tienen que bajar a su sistema de publicitar su gas’, pues son de los que más quejas hemos recibido".

Sin embargo, en la única área donde se ha registrado un control en la contaminación del ruido es los bares y antros, donde, gracias a los operativos aplicados por la Dirección de Normatividad y Regulación Comercial, por lo menos 12 negocios han sido sancionados.
Aseveró que la campaña informativa es necesaria, con la finalidad de que los ciudadanos conozcan sus derechos y cómo presentar una denuncia de un exceso de ruido. Dijo que actualmente sólo se cuenta con 25 sonómetros, sin embargo, son insuficientes, pues se debe revisar tanto a comercios establecidos como a publicidad rodante.

Resultados parciales

Una recaudación en multas de 700 mil pesos obtuvo el gobierno municipal de Puebla durante el 2013, por la contaminación auditiva que comercios establecidos, principalmente boutiques y supermercados, además de camiones repartidores de gas, generaron al rebasar los niveles decibeles.

Pese a que en el Código Reglamentario Municipal (Coremun) está establecido que a las personas físicas y morales que provoquen una contaminación auditoria se les impondrán sanciones pecuniarias que van de los 3 a los 30 mil pesos, y en el caso de reincidencia por parte de los comercios se puede llegar a la clausura, en el 2013 más de 30 comercios, entre ellos, bares, restaurantes y empresas gaseras y vehículos ambulatorios que se dedican a la publicidad, fueron sancionados.

Mastretta Guzmán reprochó la falta de voluntad a los gaseros, quienes se han negado a respetar la normatividad que establece el Coremun, de no realizar una contaminación auditiva: “En el 2013 citamos a los propietarios y encargados de las gaseras en dos ocasiones, incluso nos dejaron plantados en un desayuno, se niegan a cumplir con lo que la ley establece”.

Algunos establecimientos, principalmente los que se encuentran en los alrededores del centro histórico, sobre todo, boutiques, restaurantes, bares, supermercados y tiendas de artículos electrónicos, han evitado hacer escándalos con la publicidad que realizaban en las afueras de sus establecimiento al colocar bocinas a alto volumen, por ello el que en 2013 multaron a menos comercios por contaminar que en el 2012, donde se dieron algunos cierres definitivos de negocios por reincidir.

Finalmente, la presidenta de la Comisión de Ecología resaltó que es necesario que los ciudadanos conozcan que pueden solicitar la intervención de las autoridades municipales si uno de sus vecinos incurre en prácticas de contaminación auditiva y llamar al 066.