Rumbo al aniversario de la fundación de la ciudad de Puebla, el próximo 16 de abril, el especialista en historia Fabián Valdivia Pérez aseguró que, de entrada, vale la pena desmitificar el origen de la ciudad porque, desde su perspectiva, aunque existe una leyenda de la fundación que se crea a partir del siglo XVIII, del surgimiento de este sueño, también hay una serie de lecturas que son equivocadas en torno a lo que significó la fundación de la Ciudad de los Ángeles.

“Se dice que es una ciudad de paso en el camino de los europeos a la ciudad de México desde Veracruz, y cuando uno realmente ve la estructura arquitectónica y el legado urbanístico, no se puede decir que es un lugar de paso, contrasta con lo que se dice, porque un lugar de paso no le interesaría ser trazado con tal cuidado, y ese conjunto arquitectónico sí es un proyecto de creación de una nueva ciudad, con características que no existían en las ciudades que habían sido construidas sobre espacios conquistados”.

Ante eso, el jefe del departamento de Promoción de la oficina de Turismo de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo del ayuntamiento de Puebla aseguró que la Ciudad de los Ángeles es un caso especial, primero, de crear una ciudad de la nada, porque no hay una ciudad previa prehispánica y, el otro tema fundamental, el de la población, porque muchas veces se dice que era una población para españoles vagabundos.

“Entonces te pones a pensar: atravesar un océano cuatro meses para vagabundear y luego vagabundos que crean una ciudad bajo modelo de arquitectura renacentista”.

Es por eso que puntualizó que un vagabundo no es eso y además el tipo de población, una ciudad para españoles, porque cuando se comienza a ver la arquitectura de barrios concluyes que no es una ciudad para españoles, porque hay una gran población indígena que está asentada en la periferia.

“Sí, para trabajar y ser la mano de obra de esta ciudad española, pero con asentamientos propios y dinámicas de vida propias y con formas independientes a la ciudad, de usos y costumbres y lenguas, lo que la hace una ciudad cosmopolita”.

Los primeros 483 años de la ciudad de Puebla

La ciudad de Puebla de los Ángeles, como se llamó en su origen, fue fundada el 16 de abril de 1531, sin embargo, con el paso del tiempo la parte en que nació la ciudad, los barrios, es una de las áreas más abandonadas y hay descuido desde que fue declarada patrimonio, porque los habitantes y los visitantes encuentran “fachadismo” en la mayoría de la construcciones de los siglos XVII y XIX principalmente, aunque al inicio del actual sexenio se anunció la dignificación y rehabilitación del centro histórico, que fue proyecto de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), pero con tantos cambios se acabó el programa.

La zona fundacional es un lugar semi-abandonado con pocos espacios habitacionales, con rumbos descuidados, que no se atiende, pero se debe atender, pero también en los alrededores de la zona monumental hay problemas, la gran mayoría tienen una sola entrada y una salida, cualquiera que las visita normalmente se pierde, además de que no hay señalética y las salidas están obstruidas, hay abandono al norte y al sur de la ciudad.

En términos generales, no existe una buena planeación urbana y prevalece el crecimiento anárquico, diferente a otras ciudades del país, como Aguascalientes, que tiene tres anillos periféricos, o
Morelia y Querétaro, con anillos periféricos completos, contrario a la capital poblana, donde se arreglan accesos en zonas de altos ingresos, pero se tienen descuidadas las zonas menos favorecidas económicamente.

Del centro histórico hacia afuera

Desde la perspectiva de Valdivia Pérez, la poligonal del centro histórico, declarada como zona federal en los años 70 y posteriormente declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, tiene una característica.

“Cuando hablamos del centro histórico, implícitamente parecía una masa homogénea y no lo es, hay estudios del centro histórico donde hay zonas distintas, la zona urbana, la popular, la de habitación; es decir, el centro histórico no es un ente homogéneo, es totalmente heterogéneo. Las zonas que tienen depreciación económica y social obedecen a cambios en su naturaleza industrial que se quedó semi-abandonada, distinto a lo que pasa en la zona periférica al zócalo, a la catedral”.

Lo anterior, abundó el experto, es distinto a lo que pasa en los barrios, aunque todo esto está dentro del centro histórico, hay que segmentarlo para estudiarlo y ver las soluciones que cada uno de ellos tiene y cómo se conecta. Es un tema complicado, porque hay que aceptar también que tenemos poco estudiándolo a nivel global, a nivel ciudad también ya hay posibilidades de soluciones, pero hay que partir de que el centro histórico es un ente heterogéneo y que cada zona que lo forman debe ser estudiada con soluciones para cada una de ellas.

Es por eso que, desde la perspectiva de Fabián Valdivia Pérez, no puede generalizarse, “eso es importantísimo”, porque existe dentro de un criterio de ley, pero para los estudios y soluciones y para las cuestiones socioeconómicas y culturales se tiene que segmentar y trabajar en cada zona.

Se pueden corregir esos problemas urbanos

Desde la perspectiva del experto del ayuntamiento capitalino, los problemas urbanos existentes en la ciudad de Puebla se pueden corregir porque, desde su perspectiva, una de las grandes bondades que tiene el territorio es que aún hay espacios.

“Suena un poco tonto decirlo, pero hay ciudades en el mundo que no pueden crecer; nosotros tenemos espacios, recursos y sobre todo eso es fundamental, que los habitantes sienten un gran orgullo, tienen un arraigo fuerte por la ciudad, el arraigo del poblano y del habitante de Puebla, aunque no haya nacido aquí, pero que habita, es fuerte, algo que no cualquiera lo puede tener, y eso es el que genera precisamente que una ciudad se desarrolle, que es el sentido de pertenencia”.

Así que —desde su perspectiva— se pueden corregir trazos muy lamentables, porque las periferias tienen mucha problemática interna, pero hay crecimiento desordenado de las urbes, que sí tienen solución, hay soluciones que a veces no son las más adecuadas para el contexto de la población que ahí viva, que a veces no son las más adecuadas en términos de una política general de desarrollo de una ciudad en crecimiento.

“Por fortuna todas las acciones son mejorables y todas las ciudades tienen un margen de maniobra para corregir y seguir avanzando como ciudad, porque la final de cuentas es nuestra casa y como en cualquier casa se pueden tener pequeños problemas, es lo mismo con sus complicaciones, pero siempre es posible corregir”.
A decir de Valdivia Pérez, se puede mejorar, se pueden aprender de experiencias negativas pero también aprender muchas experiencias positivas.

“Afortunadamente, ahora Puebla es modelo, tiene un modelo de turismo desde el ayuntamiento, es modelo para otras ciudades, estamos creando ese modelo que ahora podemos compartir con otras ciudades”.

Falta de políticas

Cabe mencionar que el crecimiento de la ciudad obedece a la falta de criterios y de políticas de las grandes urbes del mundo, no solamente de Puebla, que durante 30 o 40 años crecieron de manera desorganizada y que ahora se intenta reestructurar bajo políticas de sustentabilidad, bajo criterios que hace 20 años no se tenían, y que son retos que tienen las ciudades como urbe, que tiene más de un millón y medio de habitantes.

“Ha costado trabajo organizar y que son los retos que tiene una ciudad como Puebla, con un crecimiento económico, demográfico, universitario y que además ya no son retos de 5 o 10 años, son retos de todos los días, y que una ciudad debe demostrar su nivel de solución de problemas cuando todos esos criterios se integran en una política general”.

Pensando en el aniversario de la fundación

La conclusión es que después de cuatro siglos y medio la ciudad de Puebla se mantiene como una ciudad viva, económicamente líder, con muchos problemas evidentemente, pero también las dinámicas internas de la ciudad resuelven muchos temas de las zonas periféricas.

“Hablar de barrios hace 5 o 6 años era casi imposible, ahora ya hablamos de proyectos en barrios, temas como Xanenetla, el Refugio, Santa Anita, la ciudadanía de la mano con el gobierno ha buscado otras formas, hay un dinamismo social que no había hace años”.

Lo cierto, dijo el funcionario municipal, es que la sociedad quiere ver mejor su ciudad, quiere ver mejor su centro histórico, porque un tema tan importante como el patrimonio de la humanidad ya se empieza a hablar socialmente, hace 8 años no se decía, quedaba a nivel académico y el 16 de abril se celebraba con un grupo de académicos: “No es fácil, no quiero decir con esto que sea fácil, pero sí, cada vez hay una comprensión más clara de los que significa vivir en una ciudad patrimonio y cada vez es más fuerte lo que implica la actividad social para salir adelante como ciudad, ya está venciendo este paternalismo, por fortuna, va siendo poco a poco pero ese tipo de cambios son exponenciales, no lo vemos tan rápido ahorita, pero en algunos años va teniendo un crecimiento exponencial y creo que podemos ser una ciudad mejor”.

¿Qué es Puebla?

Se conoce en el imaginario colectivo porque se citan fuentes de los siglos XVIII, XIX y XX sin acotarlas y sin revisarlas puntualmente en su contexto histórico. La Ciudad de los Ángeles, hoy Puebla de Zaragoza, es todo un proyecto de urbanización. Esos proyectos que nacen con Carlos V, pero que su hijo Felipe II manda a urbanizar, a conocer, a levantar planos.

“A saber, ese territorio conocido como las juntas occidentales, que están levantando y saber qué está gobernando el rey y cómo se está gobernado, entonces ahí la ciudad de los ángeles, adquiere, por el decreto de la reina, la famosa cédula real, el documento de fundación de marras de la ciudad, ya tiene algo importante, de origen es ciudad, no pasa por todo el proceso y ya eso te dice de entrada que tenía una idea distinta a lo que se venía haciendo”, aseguró Fabián Valdivia Pérez.

Es por eso que concluyó que para el crecimiento exponencial es necesario que la gente se vuelva a enamorar de la ciudad donde vive, que la vea con otros ojos, vuelva a buscar emociones y sienta que al final de cuentas esta es su casa, una gran casa, rodeada por volcanes y que como en toda casa donde se vive, el estar bien y el estar mal depende de uno y de todos, “y de ese compromiso es como va a seguir avanzando la ciudad”.