Samuel Vera
Dejando a un lado la parafernalia de las minifaldas eróticas y blusas escotadas, decenas de sexoservidoras hicieron una manifestación en pleno zócalo de la ciudad de Puebla. Y es que afirman que ya no aguantan el acoso policiaco.
Enfundadas en pants, capuchas y antifaces de carnaval, portando pancartas contra las autoridades municipales, aseguraron que los últimos operativos en el centro histórico con por el delito de trata de personas, “ya que ellas están por gusto y necesidad”.
Muchas de ellas —provenientes de Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca— señalaron que no sólo es el acoso de la Policía Municipal por el que están en contra, sino también por la violación de derechos humanos, al ser golpeadas durante las razias.
La mayoría de las manifestantes sexoservidoras no rebasan los 25 años ni el 1.60 metros de estatura, y en algunos casos hasta la cara de niñas no se podría ocultar con un antifaz, aunque todas aseguraron ser mayores de edad y ejercer sin presiones, sino por necesidad.
Por lo tanto, afirmaron que las autoridades se están extralimitando al ingresar a hoteles, sobre todo del centro histórico de Puebla, donde aseguran que a nadie se obliga a ejercer la prostitución.
“Ahora trabajamos en la calle, porque ya no hay lugares adentro donde podamos trabajar, y los municipales tiro por viaje nos llevan, nos jalonean, nos corretean, es por eso que estamos haciendo la marcha.
”Si se supone que no podemos estar en la calle, por qué cierran los lugares donde podíamos estar sin molestar a la gente en la vía pública”, dijo una de las manifestantes que operaba en la 14 Poniente.
Aunque aseguraron que no son extorsionadas por elementos policiacos o autoridades, señalaron que el acoso es constante y que llega a transgredir las garantías individuales al aumentar los operativos desde hace dos años.
Por lo tanto, pidieron que el ayuntamiento debería de analizar la instalación de una “zona roja” en Puebla, ya que la prostitución ha crecido en los últimos años.
“Que nos den un lugar donde trabajar y no nos molesten”, dijeron otras manifestantes en entrevista.
“A veces acabamos de llegar y nos levantan, pues eso no va”, dijeron al señalar que las multas del Juzgado Calificador llegan hasta los 2 mil 800 pesos a pesar de que ejercen adentro de establecimientos como hoteles y no en las calles.
—¿Hay maltrato en los operativos?
—Sí, porque no somos “delincuentas”, nos jalonean, nos corretean, nos sacan de establecimientos y todavía nos dicen ‘si te veo aquí no me importa si vienes a comprar o con tu familia, igual te llevo’ —señaló una de las inconformes tras su antifaz color plateado.
—¿Ya no pueden andar en la calle?
—Ya no.
En los momentos de la protesta llegó personal del ayuntamiento, quienes les pidieron si se podían ir a un lado del zócalo y no estar justamente enfrente de palacio municipal, lo que las molestó.
“También ya nos van a discriminar aquí, no se vale, somos sexoservidoras, dicen que nos vayamos para allá para que nos atiendan, pero aquí nos vamos a quedar hasta que nos hagan caso.
”Queremos que habrán los hoteles porque no tenemos donde trabajar, dicen que son por los lenones los operativos, pero no es cierto, los que detienen son solo los encargados”, dijo otra joven tras una bufanda.
“Cuando llegan los policías ministeriales nos pegan, a una muchacha apenas en La Puerta Negra le pegaron y abortó su bebé, porque querían que dijeran la verdad que quién era el dueño, les ponen bolsas en la cabeza y pues no se vale que nos hagan eso”.
—¿Pero hay trata de personas?
—No, no hay nada de eso, es pura mentira, todas estamos por necesidades y no porque nos obliguen, ahora dicen que hay lenones o padrotes, no hay padrotes ni nada, estamos por nuestra propia voluntad de sacar adelante a nuestros hijos y nadie nos obliga.
—¿Tu cuánto tiempo llevas trabajando?
—Tengo cuatro años.
—¿Alguien te obligó o convenció a entrar al sexoservicio?
—No, nunca, nunca, todas estamos aquí por necesidades (…) ahorita ya no hay ningún hotel abierto, ya todos los cerraron y necesitamos trabajar por nuestros hijos.
“Ha llegado a ser que hasta 30 sexoservidoras nos llevan a Rancho Colorado (oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal) y luego a la 9 Oriente, se pagan de mil 500 a 2 mil 800”, señaló.
Detallaron que su forma de operar es lo más discreto posible, justamente para no llamar la atención de las autoridades ni trasgredir alguna ley o norma.
“Nosotros buscamos los clientes y se paga como si fuéramos novios y entramos al hotel como cualquier persona, haciendo el trato ya nos metemos y ya (…) buscamos trabajo, nos piden papeles y todo, nos dan permiso para trabajar y ya luego los cierran.
”Cuando nos lleva la policía nos pegan, nos pegan en el estómago, los mismos ministeriales que salieron en el periódico en el operativo de La Puerta Negra nos pegaron para que dijéramos quién es el lenón y nos ponen bolsas en la cabeza”, señaló.
Ultimo operativo
El último operativo efectuado por autoridades fue hace una semana en la 7 Norte, entre 6 y 8 Poniente, donde los efectivos ingresaron al inmueble marcado con el número 605, el cual siempre estaba cerrado o con la puerta entreabierta.
El lugar era conocido como La Puerta Negra, señalado ahora por las manifestantes.
Se detuvo a varias personas, la mayoría eran clientes, y fueron liberados momentos después, seis de ellos quedaron detenidos, acusados del delito de trata de personas, fueron trasladados al Ministerio Público para que rindieran su declaración
Aquella tarde un vehículo trasladó a las 14 mujeres rescatadas del lugar originarias de los estados de Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Guanajuato, Tlaxcala, Tabasco y Veracruz, y fueron llevadas al Ministerio Público Especializada en Delitos Sexuales,
Horas más tarde se informó por medio de un comunicado que la Unidad de Seguimiento del Delito de Trata de Personas de la PGJ con este operativo ya sumaba 56 víctimas de trata y 15 probables responsables detenidos, además de haberse asegurado tres inmuebles.
Contra abusos
Cerca de un centenar de sexoservidoras del municipio de Puebla se manifestaron el pasado lunes enfrente del palacio municipal, y posteriormente hicieron un plantón en el zócalo de la ciudad de Puebla, con la finalidad de exigir que las autoridades capitalinas y del estado de Puebla les permitan trabajar sin que sus derechos sean violentados por los frecuentes abusos y extorciones que padecen en la vía pública, ante lo que fueron atendidas de manera inmediata por el representante de la Secretaría de Gobernación municipal, para conocer sus peticiones y darles el seguimiento correspondiente.
El grupo de sexoservidoras informó al representante de la dependencia, Salomón Eloísa Ponce, que desde hace tiempo cuentan con la documentación que las autoridades capitalinas les exigen para desempeñar ese oficio en las calles de la ciudad de Puebla. “No somos delincuentes, trabajamos porque tenemos necesidades y queremos que respeten nuestro oficio”, dijo una de las manifestantes.
En entrevista, aseguraron que dentro de los requisitos indispensables que les piden las autoridades de salud y municipal es que cada tres meses se realicen los estudios médicos correspondientes que revelen su condición actual de salud para descartar que sean portadoras del virus de inmunodeficiencia humana o padezcan el síndrome de esa enfermedad, “información que se le facilita a quienes nos piden nuestros servicios”.
Ante eso, una de las manifestantes reveló a los medios de comunicación que de acuerdo a los últimos operativos que la autoridad lleva a cabo ya no se les permite que se desempeñen en los hoteles de la capital del estado de Puebla, por lo que las obligan a tomar las calles, condición que ellas reprueban al asegurar que de esa manera están más expuestas al peligro.
Además, las inconformes declararon que algunos policías de la Secretaría de Seguridad Pública municipal y estatal en ocasiones se tratan de sobrepasar con ellas, pero aseguraron que las autoridades municipales nunca les exigen cuotas: “Mucho menos impuestos para dejarnos trabajar, por eso en esta ocasión recurrimos al municipio para que nos permita seguir trabajando sin problema”.
Una de las jóvenes reconoció en entrevista que en otro momento de su vida fue rescatada por las autoridades de gobierno, ya que era víctima de la trata de personas, por eso agregó que ahora quieren que les permitan seguir con su trabajo de manera digna: “Las que estamos en esto lo hacemos por voluntad propia”.
Es por eso que públicamente solicitaron que las autoridades municipales frenen los operativos que llevan a cabo, porque eso les impide mantener una solvencia económica a base de ese oficio: “Le pedimos al presidente municipal que ordene respeto a todas las que nos dedicamos a este oficio, porque no generamos problemas y solamente obtenemos los recursos que necesitamos para nuestras familias”.