Con un aparato descompuesto y un pedazo de papel escrito a mano, mal cortado, de un rollo de máquina registradora, el cual es el boleto del único verificentro de la ciudad de Puebla, es la muestra de cómo fueron rebasados en el primer fin de semana de operaciones.

En un recorrido de Intolerancia Diario en el establecimiento, ubicado en la 25 Oriente y 18 Sur, se comprobó cómo fue rebasado por la afluencia de automovilistas, quienes a primera hora del 1 y 2 de noviembre se presentaron a hacer fila.

Esto generó largos tiempos de espera de hasta tres horas, todo ayudado por una máquina con deficiencias, en un verificentro a medio terminar, notorio por dos líneas vacías sin maquinaria.

Esto fue parte fue lo que tuvieron que pasar cientos de automovilistas en el primer día para realizar su verificación vehicular.

Simplemente no se dio abasto el único verificentro ubicado en la ciudad de Puebla, en el primer día del regreso de las verificaciones para comprobar que automóviles particulares no estén contaminando.

Pero fue tal la afluencia de automovilistas, que los empleados del establecimiento —algunos con uniforme, otros sin acreditarse— tuvieron que improvisar fichas para ser entregadas a los automovilistas para que regresaran al siguiente día.

Desde las 6 horas del 1 de noviembre, cuando se empezó a formar la gente para verificar su automóvil en el verificentro ubicado en la 25 Oriente y 18 Sur.

Las fichas fueron hechas con un rollo de papel, en el cual simplemente un joven apuntaba el número de placa y ponía la hora en que se podría regresar a la verificación, todo a mano y sin sellos de la dependencia o la misma negociación, con la promesa de que ya no harían fila.

Por lo tanto, los automovilistas primero tienen que hacer un a fila con el automóvil a verificar, para que solamente les entreguen el papelito y regresen después. No se entregan fichas a automóviles que no se lleven.

Esto, en lugar de combatir la contaminación, que es lo que se pretende con este tipo de programas, fomenta la circulación de las unidades, al tener que ir dos veces al establecimiento para realizar el trámite, destacaron algunos conductores entrevistados.

“El trámite fue muy tardado, en verdad llegamos como 9 y media y nos dijeron que ya no había fichas”, comentó una mujer que conducía una camioneta, la que no pasó la verificación.

—¿Hay fichas?

—Exactamente, nadie aviso, se suponía que era como fuéramos llegando, pero no, ya no había fichas, entonces sí le comenté al joven que en ningún lado habían dicho que era por fichas y que ya estábamos aquí, y lo más correcto era que pasáramos.

“Nos hicieron hacer la cola y todo, nada más están manejando tres máquinas, de las cuales una está descompuesta, porque todos los que han pasado por ahí los han regresado”, señaló molesta al pedir anonimato.

”Llegue desde 9:30, vea qué horas son y me falta verificar un coche”, dijo al señalar el reloj que marcaba más de las 13 horas de este sábado.
”La gente es amable, pero de qué me sirve si no pasan los coches, no estuvo bien estructurado esto”, continuó.

”Los políticos traen automóviles de lujo, grandes camionetas 2015, ¿usted cree que no me gustaría traer una 2015 para que pasé?, pero no es justo, a los ciudadanos nos están atornille y atornille”, comentó otra persona que esperaba junto con la mujer.

“Mi primera unidad no pasó, nos dijeron que teníamos 30 días, pero pasó el de atrás un 2011 y también no aprobó, entonces se dieron cuenta que la máquina está mal y pedimos que por favor lo volvieran a revisar.
“Nos dijeron que viniéramos la siguiente semana y pasábamos sin fila, pero les dijimos que ya estábamos acá, porque no es nuestra culpa”, añadió al señalar que en la otra máquina sí aprobó, mientras seguían rechazando a los que se dejaban.

“No es justo, aunque parece poco nos subieron de 215 a 250 pesos, pero esto nos afecta, ya nos subieron el agua, la luz, la gasolina. ¿Por qué los políticos no se bajan su nivel de vida, como teléfonos celulares, vacaciones, bonos, cuotas, escoltas y nos dejan en verdad a los que en verdad trabajamos honradamente salir adelante?”, señaló.

La censura
Incluso, un funcionario de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) trató de impedir a Intolerancia Diario que videograbara los trabajos al interior del único verificentro en la ciudad de Puebla.

Sin uniforme y sin identificarse, se acercó al reportero en los momentos en que grababa en vídeo la forma de operar de las máquinas, para impedirlo mediante amenazas que hizo antes de saber que era prensa, como se comprueba en el video que se puede ver en la página de Intolerancia Diario.

—No puede estar grabando

—¿Por qué?

—Porque adentro del establecimiento no lo permite, si es tan amable de apagarlo.

—¿Por qué?

—Porque no puedes adentro del establecimiento.

—¿Pero por qué?

—Si no, te retiro tu carro y lo sacamos.

—¿En dónde lo dice?

—Adentro no puedes estar haciéndolo, por favor, ¿sí?

—No está ni uniformado, señor —se le indicó.

Al solicitarle su nombre, simplemente contestó que como prensa se averiguara, al darse vuelta para acercarse a otros empleados a encender unos cigarros dentro del establecimiento.



Las fichas

Las fichas fueron hechas con un rollo de papel, en la cual simplemente un joven apuntaba el número de placa y ponía la hora en que se podría regresar a la verificación todo a mano y sin sellos de la dependencia o la misma negociación, con la promesa que ya no harían fila.