“¡Es un desmadre!”, “qué regresen los Mayorazgos”, “el gobierno me va a pagar el día por llegar tarde al trabajo”, “gracias al Metrobús hoy me salve de regresar a clases”, fueron uno de los miles de comentarios que se escucharon en la terminal Margaritas, así como en las distintas estaciones de la línea 2 de la Red Urbana de Transportes Articulado.

Abordar cualquier unidad de la línea 2 del Metrobús es un auténtico periplo, no importa la hora.

El plan emergente del gobierno fracasó; la demanda superó las expectativas del proyecto.  No fue suficiente ampliar el horario;  los 20 autobuses adicionales  en las rutas alimentadoras y 20 más en el troncal no cubrieron la demanda.

La línea 2 de RUTA no pasó la prueba de fuego.

Muchos optan por utilizar vehículos improvisados para llegar a sus destinos, a pocos metros de la unidad habitacional de San Ramón hay automovilistas que por cinco o diez pesos transportan a los poblanos; además, la presencias de los llamados “taxis colectivos” son una panacea para algunos.

El enfado de los usuarios del transporte público fue en aumento. “Creen que por ser pobres pueden burlarse de nosotros”, dijo Arlen Martínez, empleada de la tienda Waldo's, quien no pudo abordar el Metrobús en la estación Pino Suárez.

“Ya no caben chófer, siga con la ruta”, comentaron usuarios al llegar a la estación Azaleas. Al otro lado, un grupo de poblanos observa, molestos, cómo les es imposible abordar alguna de las unidades articuladas.

La anarquía en las estaciones es una constante; la falta de información sobre las rutas alimentadoras molesta a los usuarios, quienes recriminan la entrega de mapas minutos antes de abordad el Metrobús. “El gobierno hizo todo sin consultar a la gente”, fue el comentario en la estación del Paseo Bravo; “de nada sirve entregar un mapa de última hora, esto lo debieron haber hecho desde hace un mes”, dijeron usuarios en la estación Tabachines.     

La hora del caos comenzó después de las 7 horas del lunes. Filas interminables, empujones y mentadas enmarcan la jornada.

Aunado al caótico arranque, algunas personas de la tercera edad ven con desconfianza el nuevo sistema de transporte público de la 11 Norte-Sur, se quejan de empellones, caídas; además, de la nula caballerosidad para cederles un lugar en los llamados “gusanos”. 

Los escolares no vivieron un día de campo en la línea 2 de RUTA; un menor se desmayó en la estación Centro Sur; los amontonamientos y los empujones motivaron a que el menor se “desvaneciera”. 

Algunos poblanos celebran la modernización del transporte público; sin embargo, deja mucho que desear en sus primeros días de operación. Otros más anhelan el regreso de los Mayorazgos. “Para que los quitan; sí, conducían mal, pero  había suficientes unidades”, comentaron usuarios a las afueras de la estación Torrecillas.

El proyecto de la Red Urbana de Transporte Articulado aún no carbura y los usuarios viven un auténtico calvario.