Melchor, Gaspar y Baltazar, a unas horas de comenzar la tradicional entrega de regalos a miles de niños poblanos, acuden in extremis a diversos puntos comerciales de la Angelópolis, establecimientos del corazón de Puebla y hasta en tienditas.
Además, visitan a los ambulantes del principal perímetro del Centro Histórico y de unidades habitacionales para realizar la alucinante entrega que revienta las palpitaciones de los infantes cuando descubren sus juguetes, productos de comunicación y ropa, pedidos en sus cartas.
Pero los magos del lejano Oriente enfrentan la descapitalización que dejaron las fiestas del 24 y 31 de diciembre, por ese motivo algunos pequeños no recibirán lo solicitado y se ajustarán a la realidad del bolsillo de Melchor, Gaspar y Baltasar.
Prevalece también un nuevo panorama, a diferencia de algunos años atrás, porque no todos los niños piden carros, muñecas, pelotas y juguetes tradicionales; ahora los infantes piden a tabletas, smartphones, cualquier gadget, cámaras fotográficas y de video porque también entregarán cubrebocas, gel antibacterial, caretas y sanitizantes.
Ante esa perspectiva, los reyes tratan de manejar mejor sus recursos y buscarán comprar en los lugares que ofrezcan promociones, pero otros darán el tarjetazo para comprar en módicas mensualidades para llevar sus regalos.
Los Reyes Magos invertirán entre 500 hasta tres mil pesos para hacer realidad los sueños de los niños y niñas.
El área de tecnología de los centros comerciales y establecimientos del centro lucen cerrados, únicamente los reyes previsores lograron alcanzar con anterioridad computadoras y gadgets, pero quienes no deberán esperar hasta el próximo martes 12 porque el 11 concluye la fecha establecida por el decreto de alerta máxima.
Algunos reyes sufrirán para entregar los regalos solicitados que en algunos casos adquirirán con ahorros. Pero otros se han sacado literalmente la lotería porque los pequeños pidieron juguetes tradicionales artesanales.
En la unidad habitacional La Margarita, los reyes podrán hacer compras de pánico con la instalación de ambulantes que generan un gran mosaico de juguetes de todo tipo, desde triciclos hasta muñecas de plástico con los 150 permisos que la administración municipal otorgó este martes.
#Ciudad 🌃 Se instalan vendedores ambulantes en La Margarita por #DíaDeReyes 🎲
— Intolerancia Diario (@IntoleranciaID) January 5, 2021
Vía @jamsmilan 🎥 pic.twitter.com/2ZQS0IyuUo
La Margarita como cada año cumple con un ritual no establecido, el de combinar el denso panorama demográfico con la ola de juguetes.
El gobierno municipal ha implementado un operativo de seguridad durante las ventas en la unidad habitacional para prevenir cualquier incidente.
Los comerciantes podrán comercializar cualquier marca de juguetes para ayudar a la economía de las familias que inviertan en los productos de temporada para ayudar a los Reyes Magos.
Globos a la baja
A los globeros tradicionales, que cada año recorren colonias o se ubican en el Centro Histórico, la crisis sanitaria del SARS-CoV2 y la crítica situación económica está afectando sus bolsillos hasta en 50 puntos porcentuales; en promedio, invierten hasta 16 mil pesos para inflar más de dos mil globos con helio para que los niños manden sus cartas a las nubes y los Reyes Magos las reciban en el espacio sideral.
Los globeros lamentaron que la tradición se desplomara a causa del temible Covid-19, ahora los niños y niñas prefieren enviar sus cartas por la web o dejarla adentro de un zapato a la vieja usanza. Los precios no son ostentosos al oscilar entre los 20 y 50 pesos pero la venta va en descenso.
En estas últimas horas de esta noche mágica los globeros esperan cruzar la frontera si al menos logran vender la mitad de su mercancía que ofrecen en calles del Centro Histórico y en diversas colonias de la metrópoli.
En la avenida Reforma se ve a algunos Reyes Magos que corrían presurosos para comprar los juguetes que pidieron los niños en sus cartas a los Reyes Magos de la ilusión.
El día ha sido intenso para los Reyes Magos porque tenían que ir también presurosos a degustar las roscas de Reyes con la familia.