Ante la proyección de una tercera oleada de contagios Covid-19 derivados de personas que salieron de vacaciones sin importar la pandemia, al igual que los ambulantes, el presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez advirtió que un nuevo cierre de negocios será el tiro de gracia para el sector y para 40 mil familias poblanas.
Las consecuencias serían catastróficas y también incalculables, subrayó, porque más de la mitad de 18 empresarios ya no tendrán la fuerza para mantener el pago de rentas, servicios públicos, impuestos y mucho menos el salario de ente dos y tres trabajadores.
Además lamentó que la falta de apoyo de las autoridades estatales y municipales al motor de la economía poblana, sumado a que el ayuntamiento fue superado por el ambulantaje.
Ante esa perspectiva dijo que la administración municipal también ha carecido de estrategias para contener los contagios en lugares donde existen concentraciones masivas como todas las calles donde reinan los ambulantes.
Censuró que no exista solidaridad de la población y mucho menos de autoridades locales para quienes no importa si las fuentes laborales se mantienen.
"Fueron siete meses del año pasado que estuvimos cerrados, se perdieron mil 500 negocios, los empleos llegaron a 6 mil familias del sector y ahora un nuevo confinamiento será el tiro de gracia para nosotros a pesar de que cumplimos con todas las medidas y decretos".
Insistió que un tercer cierre de actividades será con pérdidas incalculables y catastróficas, por ser una situación atípica que "no estábamos considerando ante un cierre de año grave para la economía y con un arranque de año con bajas ventas que no alcanzan para recuperarse".
Recordó que en Semana Santa incrementaron sus ventas sólo 15 por ciento, principalmente en confiterías y tiendas de recuerdos.
Valoró que la visita de turistas durante la Semana Mayor beneficiará básicamente al sector restaurantero por la Cuaresma.
Indicó que un negocio puede salir adelante con ventas de un 40 por ciento porque en ese índice se generan ganancias, pero desde el comienzo de la reactivación económica el máximo alcanzado es de un 30 por ciento.
“No estamos buscando tener utilidades, sino simplemente sobrevivir, entonces es un tema un poquito delicado, pero seguiremos buscando no perder el ritmo en cuanto a las medidas de higiene y seguridad para poder permanecer abiertas, esta es nuestra mayor preocupación”.
Reiteró que durante este primer trimestre del año apenas alcanzan el 30 por ciento de la comercialización del 100 por ciento de la vendimia del mismo periodo del 2020.
Lamentó que los propietarios continúen absorbiendo deudas para evitar bajar las cortinas permanente.
Refrendó que si cualquier negocio no tiene utilidades corre el riesgo de cerrar definitivamente porque las ganancias únicamente son para pagar, pero no para adquirir nueva mercancía.
Las más de 18 mil unidades permanecen "en terapia intensiva porque los recursos obtenidos no derivan en ganancias, únicamente para pagar salarios no así las erogaciones básicas como energía eléctrica, telefonía o rentas".
“Se está pulverizando nuestro patrimonio, no nuestro negocio, nuestro patrimonio, acá en el centro estamos vendiendo el 30 por ciento de lo que vendíamos en las mismas fechas en el año anterior, es decir, no tenemos utilidades y estamos en terapia intensiva miles de comerciantes en el centro histórico”.
Ya tronaron mil 400 negocios
Ante la falta de acciones contundentes para evitar la instalación de ambulantes en todas las calles del Centro Histórico y por carencia de apoyos reales para paliar la crisis económica generada por el Covid-19 han tronado mil 400 negocios de las 10 mil unidades económicas del corazón de Puebla y 5 mil empleos formales se perdieron.
Además el presidente del Consejo de Comerciantes Establecidos del Centro Histórico, José Juan Ayala Vázquez lamentó que la autoridad municipal a menos de cinco meses de dejar el ayuntamiento.
Recordó que en 2020 previo fue catastrófico para esas 10 mil unidades económicas como para todos los sectores de la comunidad, pero especialmente para el sector productivo que paga impuestos y genera fuertes de trabajo.
Precisó que los negocios localizados en el primer cuadro de la ciudad, reportaron bajas ventas durante los 12 meses del año por el cierre obligado de establecimientos derivado de las medidas sanitarias de la Federación y estado.
"El 2020 fue muy complicado para las 10 mil unidades de negocios que coexistimos en el primer cuadro de la ciudad por la falta de ayuda real de la autoridad para evitar pérdidas de empleos y negocios que no regresarán a abrir fuentes laborales".