La violencia que vive México, acompañada por la ola de inseguridad, son los fundamentos para defender la vida desde la concepción hasta el último aliento, advirtió el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, al insistir en exagerar las acciones sanitarias para enfrentar al Covid-19.

Desde la Basílica Catedral Metropolitana, recordó que la vida es sagrada desde el primer instante de la concepción, hasta la muerte natural o derivada de alguna enfermedad terminal.

"La vida nos la da Dios y nos la quita Dios; pero, ante todo, ante todo, lo que estamos viviendo de violencia, de enfermedad, de sufrimiento, de dolor, de muerte. No nos queda más que ponernos en las manos de Dios nuestro padre”.

Recordó que todo el territorio nacional vive en la incertidumbre por los continuos asesinatos que alteran el respeto a la vida.

Covid-19 no suaviza presencia

Al referirse al SARS-CoV-2, enfermedad que genera el Covid-19, recordó que la pandemia se mantiene con todo y vacunas.

Recomendó a los inoculados y a los no vacunados exagerar las recomendaciones sanitarias para evitar más contagios, como el lavado constante de manos, respetar la sana distancia, usar gel antibacterial y cubrebocas o mascarillas.

“Tristemente, la pandemia sigue, tenemos que seguir cuidando nuestra vida, nuestra salud, la vida y la salud de nuestras familias; hoy recuerdo a todos los hermanos, laicos, consagrados, consagrados que han muerto en más de un año de pandemia”.

Los sacerdotes caídos

Precisó que la Arquidiócesis de Puebla, en más de un año con tres meses de la emergencia sanitaria, registra 48 decesos de sacerdotes, la mayoría por la pandemia, acompañados por los religiosos y laicos que han perdido la vida.

“Quiero recordar a tantos sacerdotes que han fallecido en este año de pandemia, 48 sacerdotes, a las religiosas que han fallecido y, también, a nuestros queridos laicos, a integrantes de grupos parroquiales, del equipo litúrgico de la Catedral que me ayudan aquí los domingos, varios murieron".