La conversión de los victimarios es sinónimo de reconciliación, perdón y libertad espiritual para comenzar a vivir en un panorama de paz en Puebla y en cada rincón del territorio nacional, advirtió el Arzobispo auxiliar, Tomás López Durán, luego de orar para que Dios ilumine y ablande los corazones de los homicidas, sicarios y de quienes caminan al margen de la ley.

La Arquidiócesis de Puebla mantienen en acción la jornada de oración por la justicia y la reconciliación en México: “Seamos constructores de la paz”, priorizada por la  Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), después de la ejecución de los sacerdotes Jesuitas en Chihuahua.

Las oraciones refrendó deben ir encaminadas por las personas que provocan violencia, desapariciones y muertes, por la conversión de las personas que cometen esos actos de violencia que tanto laceran y dañan a la comunidad nacional.

En todos los tiempos del estado en esta jornada de reconciliación has participado más de 600 sacerdotes, diocesanos, religiosos y religiosas, arropados por miles de fieles en la Arquidiócesis de Puebla.  

Además religiosas, religiosos,  laicos y millones de fieles poblanos se han unido a la jornada de oración por la paz que fue convocada la por la Conferencia del Episcopado Mexicano, el martes 5 de julio ante la violencia que se vive en territorio nacional.

La Iglesia de México, subrayó, está pidiendo por la paz, en este mes que ha sido una jornada de oración por la reconciliación, hoy está pidiendo también por los victimarios.

"Como miembros por la iglesia también pedimos por ellos, por su arrepentimiento y conversión, pedimos que volvamos a adquirir la sabiduría para vivir en este mundo temporal con libertad de espíritu; que no nos dejemos llevar por los bienes temporales que si bien sirve para todos, su utilidad es temporal y no como la unión y reconciliación de México".