El sacerdote Pedro Varillas de Jicolapa, después de realizar señalamientos inadecuados sobre personas que gustan de personas del mismo sexo, ha sido asignado por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, con una nueva misión eclesial en los días subsiguientes.
Después de 11 años al frente de la comunidad del municipio de Zacatlán, el reverendo, se prepara para cubrir las necesidades de la Arquidiócesis de Puebla.
A través de un breve comunicado, la máxima autoridad católica poblana, recordó que las lecciones de la Iglesia inciden en que todas las personas deben ser acogidas respetuosamente, con compasión y delicadeza.
"Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición, (Catecismo de la Iglesia Católica 2357)", prioriza un breve comunicado.
El exsacerdote de Jicolapa, durante su homilía, se refirió a quienes pertenecen a la diversidad sexual, con palabras inapropiadas.
"La Iglesia es una casa de puertas abiertas donde todas las personas son bienvenidas, y donde se pueden sentir amadas, valoradas y escuchadas. La Iglesia rechaza toda injusta discriminación especialmente las que pueda desembocar en daño físico, psicológico, moral, de salud, laboral, etc. Por tanto, es misión de la Iglesia acoger sin juzgar, y llevar a todos a Dios, sin condenar".
Pero aclara que la misión de la Iglesia es ejercer también su misión profética, al recordar que todos están llamados a llevar una vida moral, además de aspirar a la santidad.
Se ama a la persona pero se rechaza todo lo que sea contrario al plan de Dios, que es salvación de todos.