Luego de siete años, fue reabierto el templo de Santa Anita, uno de los más antiguos de la ciudad de Puebla, ubicado en el barrio del mismo nombre, dañado por el sismo del 19 de septiembre 2017.

La comunidad Parroquial del Señor de la Salud y Santa Anita, ubicada en la 26 poniente 1115, llegó a la bendición del templo, realizada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.

En el año 2017, el templo sufrió graves daños por el sismo, para finalmente reabrir las puertas.

El arzobispo de Puebla destacó el esfuerzo conjunto entre las autoridades municipales, estatales y federales que permitió restaurar este importante recinto que constituye un emblema del barrio.

“Este es un espacio de Dios y de la comunidad, un referente que pertenece al barrio de Santa Anita y a todos los poblanos”, dijo en la bendición.

La restauración inició hace aproximadamente un año, por lo que ahora, tras siete años cerrado, finalmente los fieles podrán celebrar misas en el interior del templo.

Eliseo Estrada, miembro del consejo parroquial, indicó que la comunidad en algún momento perdió la esperanza de ver restaurada la iglesia, por los costos de restauración muy elevados, al grado de pensar en construir otra capilla.

En el lugar, un mural de fotografías documenta el estado del templo tras el sismo y el proceso de restauración.

Los daños reparados

La iglesia, que data del siglo XIV, ubicada en el barrio del mismo nombre, acababa de repararse tras varios años de colectas y apoyos vecinales, cuando nuevamente el sismo del 2017 afectó nuevamente su cúpula y torres.

Desde entonces, se cerraron sus puertas cuando tenia muy poco que finalmente habían quitado las trabes para evitar un derrumbe.

El trabajo, en ese entonces, se logró gracias a un movimiento encabezado por vecinos desde 2010, quienes por medio de colectas, apoyos y presión a las autoridades federales, estatales y municipales, lograron que en 2014 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aportara los 10 millones de pesos que se requerían.

Pero unos segundos del sismo de aquel 19 de septiembre de 2017 echaron todo abajo y nuevamente afectó la estructura de la antiquísima iglesia, la que se cerró desde entonces.

Por las características y el peso de esa imagen religiosa se mantuvo al interior del templo, mientras que la de la Virgen de Santa Anita se encuentra en un salón que pertenece al templo.

Hasta este lugar continúan llegando feligreses en busca de un milagro pues se dice que aboga por las mujeres que no han podido embarazarse.

Por siete años en los salones donde se imparte catecismo se celebraron las misas para los vecinos del lugar y en el atrio se improvisó un área donde se ofició los fines de semana y para eventos especiales.