Las calles de corazón de Puebla están violetas, marchan jóvenes, mujeres, señoras de la tercera edad, en silla de ruedas y sobre todo niñas y niños. Este 2025, ha marcado una notable violencia infantil en Puebla: Génesis, Rebeca, Lluvia, Juan y René han sido algunas de las víctimas del femicidio y del suicidio respectivamente.

Es por eso que las infancias gritan por sus vidas, con cartulinas, en carriolas, caminando de la mano de sus familiares, sentados en los hombros de sus abuelas, gritando consignas de justicia en lugar de estar jugando o entonando melodías de su edad.

Durante siete horas seguidas, poblanas pertenecientes al Colectivo de Violencia Vicaria, el colectivo de Chicas de la 14, víctimas de tentativa de femicidio, familiares de mujeres desaparecidas y de femicidio se manifestaron frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Fiscalía Especializada de Género a las cuales las llenaron de grafitis con frases alusivas a la justicia, boletines de personas desaparecidas y fotografías de hombres que han violentado a las mujeres.

"¡Si es que viviera, con nosotras anduviera!", gritaban miembros de la agrupación 28 de Octubre, quienes recordaban el caso impune de Meztli Sarabia Reyna, asesinada el 29 de junio de 2017, hija de Rubén Sarabia Sánchez, alias "Simitrio", líder de la corporación. Cómo ella, miles de casos de violencia hacia la mujer están sin resolver en las carpetas de investigación de las distintas fiscalías de Puebla. Esta fue la primera manifestación del día, a las nueve de la mañana y luego le sucedieron la del colectivo Voz de los Desaparecidos, la cual empezó con retraso por media hora a causa de este primer movimiento.

"¡No queremos que nos reclamen que les obstruyan el paso, porque a ellas les han obstruido la vida!", aseguró la líder del colectivo de los desaparecidos, María Luisa Núñez, en el marco del 8 de marzo. Tras un discurso donde reclamó que aún faltan e incrementan año con año personas desaparecidas, también agradeció a todas las organizaciones, al Poder Judicial y todos los presentes por apoyar el movimiento. Tras dar un discurso, se procedió a dar una breve misa en frente de la FGE Puebla y se trasladaron al zócalo de Puebla.

También las trabajadoras sexuales se unieron a la marea morada: “¡mujer consciente, se une al contingente!”, exclamaban desde El Gallito en Reforma, mujeres del colectivo Chicas de la 15, quienes exigieron mejores condiciones laborales para operar.

"Trabajo sexual es trabajo, no reconocerlo también es violencia", "Queremos respeto y dignidad",  "No somos putas, somos trabajadores sexuales", fueron algunas de las leyendas en sus cartulinas.

Después al medio día se realizó otra movilización en el reloj de El Gallito, en donde un colectivo se pronunció para reclamar por la pronta resolución del caso del asesinato de la activista Cecilia Monzón, ocurrido en mayo de 2022.

“Justicia por los femicidios en Puebla, justicia para los desaparecidos en Puebla, Justicia por Paulina Camargo, justicia por Nadia Guadalupe, Justicia para Nataly Arias, justicia par Michelle Hoyos, justicia para Cecilia Monzón, Cecilia, Cecilia, Cecilia”, lideró una activista en sus consignas.

Finalmente, a las dos de la tarde inició la movilización más fuerte a la FGE de Puebla con jóvenes, madres de violencia vicaria y feministas radicales de Bloque Negro poblano, quienes al llegar a la Fiscalía Especializada de Género rompieron los vidrios de las ventanas de la institución, además de que lanzaron huevos.

Esta vez, no se amurallaron los principales recintos de la ciudad, por lo que las mujeres solamente realizaron este tipo de actividades en este lugar y en dos estaciones de la ruta.

"¡Las únicas capaces de parir, de menstruar, de ovular, de crear!... las feministas radicales, autónomas, anarquistas y anticapitalistas volvemos a tomar las calles para gritar resistencia, denunciar todos los actos, de explotación y de violencia que experimentamos día a día por ser mujeres y apuntar a la cara de los culpables, patriarcas y capitalistas que perpetúan y se benefician de este sistema de muerte”, señaló una feminista como discurso final a las marchas de este 8 de marzo de 2025.