Quizá Tommy sea la mascota más popular de esta semana, el can de color canela lo mismo apareció en medios de comunicación que en redes sociales.
El perro de Alejandro Armenta a menudo hace su participación en eventos, mítines, giras, eventos y ruedas de prensa. Se ha convertido en un activo más valioso que muchos de las y los voceros de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”.
Las fotos o videos donde aparece, siempre tienen más reacciones e impactos positivos que otras oficiales.
Coqueta, Zafiro, Boby y el Pulgoso son otros de los perros que esta semana se colaron como los personajes principales de las notas.
Candidatos de todas las coaliciones y partidos han firmado las llamadas “Agendas Animalistas” y han propuesto desde la creación de refugios para “seres sintientes” hasta la credencialización de las mascotas.
Sin duda el cuidado de las mascotas y la tenencia responsable de estas es una de las muchas cosas que ayudarían a tener una sociedad menos violenta y más solidaria, sin embargo, habría que preguntarnos si es realmente una prioridad o si las y los candidatos ya encontraron en los animales de compañía una buena fuente de seguidores.
Hoy y en el transcurso de los próximos días se firmarán compromisos con las mujeres, con las madres, con las y los maestros… Estos acuerdos se signarán después de estampar “su huella” ante los animalistas.
¿Es correcta esa prioridad?
Todo urge, todo suma cuando se busca mantener la paz, pero obviamente hay políticas públicas, como regresar el sistema de Escuelas de Tiempo Completo que beneficiarían mucho más que las estancias para perros y gatos callejeros.
Desayunos y comidas calientes para nuestras infancias, a la par de espacios donde la cultura y el deporte se fomenten podrían generar una mejor convivencia.
Garantizar un transporte público de calidad, así como presentar estrategias que permitan que la gente regrese sana a casa, son también parte de las acciones prioritarias que los candidatos han dejado en segundo término, para darle espacio a la “agenda animalista”.
Y para que quede claro, aquí nadie habla de maltratar a las mascotas o a los animales callejeros, sólo se trata de poner las prioridades en orden.
Que las mascotas puedan contar con bebederos y comederos públicos será una prioridad cuando la mitad de la población no viva entre la pobreza y la pobreza extrema.
Dotar de hospitales y albergues públicos para resguardar a los perros y gatos callejeros será una excelente iniciativa cuando los servicios médicos del IMSS, ISSSTE y SSA, nos puedan garantizar una atención médica, análisis, estudios, hospitalización y medicamentos dignos.
Dicho lo dicho, queda una duda más, ¿Las y los candidatos están realmente preocupados por el bienestar animal, es sólo una moda o encontraron en los peludos los positivos que necesitan con urgencia?