Para los debates, así como en las peleas de box se pesa a los pugilistas para equilibrar los pesos, se debería realizar algo similar porque existen algunos encuentros que son francamente desiguales. El de anoche fue uno de ellos.
En ambos equipos sabían que Liz es una política bien intencionada y con un joven historial, sin embargo, carece de las tablas necesarias para debatirle y responderle de tú a tú a AnaTere.
Tan claro estaba el escenario que los asesores de la petista, representante de la 4T, se vieron obligados a pedirle que leyera sus tarjetas y que no se saliera del librito. Con esa estrategia trataron de controlar un poco los daños.
Ana Teresa Aranda se ha desenvuelto toda su vida en las grandes ligas de la política nacional, por lo que en momentos daban ganas de lanzar la toalla y decirle al réferi -o moderador- “pare esta masacre”.
En descarga de la petista hemos de reconocer que poca, muy poca gente observa este tipo de ejercicios democráticos que evidentemente no representará más allá de un tema de círculo rojo y algún que otro despistado, que no marcará diferencias en las votaciones del próximo 2 de junio.
Liz no es mala política ni improvisada, pero al final sí hay niveles de experiencia, categorías, como en el boxeo o cualquier deporte de contacto en donde necesitas equilibrar para que no terminen las cosas como acabaron ayer, donde los pocos que vieron por completo el debate lo hicieron sólo por el morbo de ver cómo culminaba esta masacre.
¿CNTE plomera de AMLO?
Bajo el argumento de protesta por falta de mejoras laborales, la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) instaló un “plantón indefinido” frente al Palacio Nacional.
Las casas de campaña que anoche ocuparon parte de la plancha del zócalo capitalino serán el pretexto perfecto del presidente para no permitir que la marcha Marea Rosa, planeada para este domingo llegue y llene la icónica plaza.
Andrés Manuel sabe que la fotografía de un zócalo atascado de ciudadanos apoyando a la oposición será el precursor que genere una percepción de triunfo el 2 de junio.
De ahí que, aunque los maestros tienen todo el derecho a protestar en los espacios públicos, llame la atención que justamente anoche se hayan apostado en ese sitio.
¿Decidirán levantar el plantón antes del domingo, se moverán a Reforma o servirán como plomeros de AMLO?
Veremos y diremos.