Jerónimo López Ramírez, conocido como Dr. Lakra, expondrá en el museo Amparo este 29 de enero gran parte de su producción.

Este creador, hijo de Francisco Toledo, ha utilizado las técnicas del tatuaje y el graffiti para intervenir carteles y objetos cotidianos como teléfonos, encendedores, zapatos, vasos, platos, tazas o muñecos.

Hace tatuajes en la piel, pero también en superficies inanimadas y utiliza portadas de las revistas de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX como soporte para su obra.

Inició su trayectoria a principios de la década de los 90 cuando se dejó influir por la escena punk "chopera" del Distrito Federal (punks, darks, skatos, heavy, rastas).

En entrevista con Jim Sullivan, publicada en http://www.tuboston.com/article-3990-el-oscuro-y-creativo.html, cuenta que en El Chopo vio por vez primera "Tattootime" de Ed Hardy y el número de tatuajes de música. Este proyecto lo inspiró.

El tatuaje, afirma, puede ser muchas cosas, dependiendo del contexto y puede ser incluso arte.

López Ramírez practicaba en sus piernas para probar agujas o diferentes tintas y se hizo un par de tatuajes en el brazo izquierdo.

Cuenta que alguna vez tatuó a una viejita chimuela y tuerta, tenía como 80 años de edad, a coleccionistas de arte, y cuando unos amigos en Guadalajara le enseñaron que cualquier plástico se puede tatuar, empezó a tatuar todo:
teléfonos, encendedores, zapatos, vasos, platos, tazas, muñecos, todo lo que tuviera de plástico. Pero no como una forma de arte, sino para decorar objetos de uso cotidiano.

La fase experimental de Dr. Lakra se ha prolongado hacia todo aquello que permite la imaginación de quienes aprecian el tatuaje como algo más que una moda. Una vez, confiesa, tatué adentro de la nariz; otra hice un gallo con cuerpo de serpiente, pero eso no es inusual para mí.

En ocasiones especiales, dice, hago tatuajes en perros o gatos. Pero ya no vivo del tatuaje, sólo hago cosas que me interesa hacer.

De sus influencias, señala que se encuentran en el cómic, la pintura flamenca o las portadas de los discos y que en su obra el tema principal podrían ser los impulsos carnales, porque habla de ideas como la sexualidad o la muerte o las implicaciones que pueden tener las imágenes como la de la serpiente en una cultura judeocristiana "(‚Ķ) me gusta jugar con los estereotipos que la gente tiene en la cabeza... pones un murciélago y eso se les hace siniestro. Desde niño tengo una fascinación con lo que no es común, lo monstruoso y lo grotesco; en cierta forma cuestiona la perfección del ‚Äòcreador supremo creador‚Äô".

En muchas de sus piezas existen diferentes fuentes de iconografía y se pueden leer distintos discursos.

Las piezas más grandes tienen más que ver con el collage; muchas veces la imagen es muy parecida al original. Se aprecia un gusto por jugar con distintas calidades de dibujo, y creo que la composición es lo que le da un nuevo sentido.

Existe como constante la yuxtaposición entre sexo y violencia, entre lo estético y lo grotesco y, de alguna manera, entre lo nuevo y lo viejo. Son sentimientos crudos del humano no civilizado, no refinado y primitivo que siempre se trata de reprimir, a veces de forma hasta criminal.

En sus manos todo objeto, desde pósters antiguos e impresiones japonesas hasta vasos de papel y muñecas de plástico, es transformado en dibujos inspirados por tatuajes.

Refiriéndose a un amplio rango de imágenes ‚Äîcomo los tatuajes Maori o símbolos que usan pandillas las urbanas, iconos mexicanos del Día de Muertos o los cómics‚Äî la obra del Dr. Lakra desvanece identidades culturales mientras explora tensiones entre estructuras sociales e impulsos animales, entre lo sacro y lo profano, afirma Jim Sullivan.

La exposición de la obra del Dr. Lakra o Jerónimo López Ramírez será inaugurada el 29 de enero a las 12:00 horas en el museo Amparo, 2 Sur 708.

La propuesta
La fase experimental de Dr. Lakra se ha prolongado hacia todo aquello que permite la imaginación de quienes aprecian el tatuaje como algo más que una moda. Una vez ‚Äîconfiesa‚Äî tatué adentro de la nariz; otra hice un gallo con cuerpo de serpiente, pero eso no es inusual para mí.