En medio de abucheos fue recibido el secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, quien asistió al Huey Atlixcáyotl ante la ausencia del mandatario Rafael Moreno Valle Rosas, misma que bailarines y asistentes tomaron como un “desaire” al romper la tradición de más de 40 años en la que el invitado principal era el gobernador en turno.

Sin embargo, la ausencia no mermo el ánimo de miles de personas que acudieron a presenciar los bailes autóctonos de distintas regiones del estado de Puebla, en el que participaron más de 400 danzantes con sus trajes originales regionales.

A pocos les importó dejar sus automóviles a varios kilómetros abajo de distancia a las faldas del cerro de San Miguel —ubicado en el corazón del municipio de Atlixco— ni subir por lo menos 15 minutos de calles empinadas y empedradas.

La zona del cerro se dividió en dos: una la llamada zona VIP —las primeras filas— donde acuden los invitados especiales, entre ellos familiares de funcionarios, de empresarios de la zona y “colados”, todos bien sentados y atendidos; la segunda —muchos metros y decenas de escaleras empinadas arriba— está el verdadero pueblo.

Desde ese sitio provinieron los chiflidos y abucheos contra el secretario de Gobierno cuando fue presentado en el sonido local, sobre todo cuando se informó que acudía en representación de Rafael Moreno Valle. Ni siquiera los aplausos de la zona VIP pudieron opacar el silbido, del que cabe decir el funcionario estatal ignoró con su acostumbrada sonrisa.

Para congraciarse, Fernando Manzanilla inició los bailes de la mano de una mujer indígena, entre risas y seguido del presidente municipal de Atlixco, con quien daba más saltos que baile.

Tal vez fue más animado por el mezcal que le regalaron en un pequeño carrizo verde y que se tomó sin hacer caras, aunque solamente fue el único que recibió en toda la tarde.

Posteriormente, se dedicó a observar por ratos los bailables, pero también aprovechó el tiempo para tuitear, hablar por teléfono y platicar por muchos minutos con el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Guillermo Aréchiga, o con el edil atlixquense Ricardo Camacho Corripio.

El Huey Atlixcáyotl congrega las delegaciones de las once regiones etnogeográficas del estado de Puebla. El primero se celebró en 1965, es un evento en honor del dios Quetzalcóatl, que se identifica con el culto al santo patrón del de Atlixco. En 1996 fue declarado Patrimonio Cultural por el gobierno estatal.

El desaire

Para muchos de los asistentes, —sobre todo danzantes— fue un desaire la ausencia del gobernador, aunque también hubo quien lo justificara, si hubo decepción.

Este jueves se dio a conocer de manera formal que el gobernador Moreno Valle no asistirá al Huey Atlixcáyotl, debido a que viajará a Alemania.
Casualmente está ausencia no se daba desde que su abuelo, el general Rafael Moreno Valle —quien fuera gobernador en 1969— iniciara la tradición al ser el primer gobernador del estado que acudió.

Incluso las autoridades del ayuntamiento de Atlixco desconocían los motivos de la ausencia, como lo reconoció la directora de Turismo, Minerva Esquiavón Núñez.

—¿Llamó la atención la ausencia del gobernador?
—La gente s está extrañada porque es una tradición que acuda, pero bueno, está el secretario de Gobierno.
—¿No les informaron?
—No, no nos informaron.
Por su parte, Petronio Escamilla Hernández, coordinador operativo del Huey Atlixcáyotl, señaló que habría que estudiarse si la ausencia del mandatario afectará las celebraciones.
“Creo que había que evaluar la situación, se va a Alemania a impulsar que venga una armadora; finalmente es una tradición importantísima, pero también el desarrollo del estado.
”Lo que tengo entendido por las reuniones que tuvimos en el patronato, estaba muy entusiasmado en venir a este festival por ser su primera vez, pero desgraciadamente no pudo venir”, dijo
—¿Primera vez que falta un gobernador?
Parece que sí, pero estuvo en el convite, e impulso el festival con la transmisión nacional del evento, lo que dará un empujón grandísimo, ya que todavía no se conoce como la Guelaguetza. Son 46 años y no despegamos.

Los más resentidos por la ausencia del Ejecutivo fueron los danzantes, quienes señalaron que si fue un “desaire” a las tradiciones poblanas; también hubo quienes aunque no lo justificaron, si lo “entendían”.

“Está mal que nos deje plantados. Si dijo que iba a venir, que venga, es una fiesta muy importante para los poblanos”, dijo Roberto Moreno, integrante de la comparsa de chilenos de Santa Rita Tlahuapan.

“Hubiera venido, pero no vino por falta de voluntad sino por trabajo, tenía algo programado y ni modo, de todos modos el evento estuvo muy bonito”, dijo Alfredo Ríos, integrante de la banda de moros de Xochitlán de Vicente Suárez.

“Se supone que es una de las personas fundamentales para las tradiciones del estado, para estar presente y ver que es lo que nos hace falta para que no decaigan, sobre todo en estos tiempos. Nos desaira a todos”, dijo Genaro Moreno integrante de la comparsa de chilenos de Santa Rita Tlahuapan.