México tiene algo que ningún otro país del continente: libros prehispánicos y una escritura que se inició antes de la era cristiana. Además, fuimos el primer país con imprenta, y es que a partir de 1539 se imprimieron muchos libros en lenguas indígenas, comentó hoy aquí el doctor Miguel León-Portilla.

“Somos tierra de libros, pero no somos tierra de lectores, y ese es el problema”, dijo el autor de libros emblemáticos sobre el tema. “Debemos fomentar la lectura, porque incluso autores en lenguas indígenas han lamentado que tras dedicar su tiempo y talento a obras en idiomas originales, no encuentran eco en los lectores”.

Al impartir la conferencia magistral “Libros en lenguas indígenas. De la época prehispánica al presente” en el Museo Nacional de Antropología e Historia (MNA), como parte de la XXIV Feria del Libro de Antropología e Historia, el historiador e intelectual mexicano ofreció un panorama de los albores de las letras mexicanas.

“Sabemos que en Mesoamérica hubo libros, cuando menos, desde el Siglo IV, y una prueba de eso es que aquí en el MNA se conservan uno o dos libros códices petrificados que aparecieron en Chiapas, sin embargo, hasta ahora no tenemos una tecnología adecuada para poder leerlos”.

Pero se han podido ver y entender, sin embargo, puntos y barras, lo que significa que para esas fechas había un inicio de una escritura. “En Monte Albán se hallaron estelas del Siglo VI antes de Cristo con signos calendáricos, escritos con signos antroponímicos que denotan conquistas”.

Recordó que en París, hay un sitio llamado “Corredor de los pasos perdidos”, por lo que le pidió al MNA le proporcionaran una copia facsimilar de una estela que tiene signos del Siglo V a. C. “La llevé al corredor y le puse: En Mesoamérica también había escritura”.

Dijo que fuera del Viejo Mundo, que abarca Europa, Asia y Africa, solamente en Mesoamérica hubo una escritura. “Nuestros hermanos peruanos tenían un sistema que podría ser escritura por medio de la cual se podían comunicar, pero en realidad eran cordeles de diversos colores, tamaños con nudos a diferentes distancias”.

Teóricamente, dijo Miguel León-Portilla, esos colores y nudos pueden representar una lengua, como el sistema Morse de la telegrafía, que se rige por líneas largas y cortas. “Sin embargo, si entendemos el concepto de alfabeto, y destinamos las dos horas de esta conferencia a crear alfabetos, yo creo que lograremos hacer varios”.

El maestro indicó que la producción de códices se produjo en diversos soportes, manuscritos con glifos y con pinturas que todos entendían, pero hay investigadores que defienden una escritura a base de imágenes. “Efectivamente, una imagen dice más que mil palabras, pero eso sucede si se saben interpretar esas imágenes”, dijo.

León-Portilla consideró que con seguridad, el mundo maya desarrolló una escritura clara y compleja, “pero no totalmente estandarizada, lo que significa que en el área maya, al retratar tal o cual sonido o sílaba, una vez se usaba un glifo y en otra, alguno distinto, lo que complicaba la lectura para todo maya”.

El conferencista advirtió que de acuerdo con sus estudios y los de otros grandes especialistas, “ahí, en esa área maya, es probablemente donde se inició la escritura real. Es una escrituras logosilábica, que tiene signos para palabras enteras y para sílabas. A partir de ahí, vinieron los tiempos modernos, “con tecnología a la que no me niego”.