Tras una depresión sentimental el actor canadiense Jim Carrey recurrió a la pintura para sanar el mal causado. Dicho proceso meditativo y la faceta como pintor del protagonista de Ace Ventura quedó registrado en el documental I Needed Color. 

Aunque fue estrenado hace tres semanas, el documento no tuvo gran impacto mediático, fue hasta después de este lunes cuando LeBrone James, jugador profesional de la NBA, le diera un impulso viral mediante un tuit en el que se podía leer “Increíble trabajo de Jim Carrey, me encantaría verte trabajar en persona un día”, junto con el mensaje el atleta colocó la liga del documental. 

 


 

En cuestión de horas la faceta como artista plástico de James Eugene Carrey inundó las redes sociales. 

En el documental dirigido por David Bushell, el cual trabajó anteriormente con Carrey en la producción de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, podemos ver al canadiense pintando dentro de su estudio en Nueva York.

En el video, con poco más de seis minutos de duración, el actor asegura que descubrió su faceta como pintor, a partir de una ruptura sentimental y una necesidad de sanar mediante el arte y los colores. 


Jim Carrey: I Needed Color from SGG on Vimeo.

Estaba en Nueva York, me sentía tan deprimido que necesitaba color.”

En I Needed Color también vemos a un Jim Carrey que se muestra como escultor, creando pequeñas figuras humanoides de arcilla. 

Cuando pinto y hago esculturas el mundo se detiene, es como si el tiempo se suspendiera, mi espíritu, manos y corazón están enganchados, me siento completamente vivo.” 

Carrey, sintiendo una fuerte admiración por la imagen de Jesucristo, genera trabajos inspirados en la imagen de dicho personaje. 

La energía que rodea la imagen de Cristo es eléctrica, yo no se si es real, si vivió, que significa, pero las pinturas de Cristo son mi deseo de compartir la conciencia de este personaje, quiero que cuando la gente vea la pintura tenga el sentimiento de que él acepta a todos como son, tú puedes encontrar todas las razas en los ojos de Cristo”.  

El trabajo de Jim Carrey está colmado de colores, emociones, depresión y notorios problemas existenciales, ofreciendo como resultado, un producto altamente catártico, mismo que en combinación con el antecedente actoral del artista nos regala un personaje profundo, complejo.