Daniel Koellerer, quien hace dos años jugó el torneo Challenger aquí en Puebla, fue expulsado de por vida del circuito profesional por el Programa de Anticorrupción del Tenis, que además lo multó con cien mil dólares. La razón, arreglar partidos con casas de apuestas.
Los cargos de los cuales la resolución fechada el 31 de mayo de 2011 lo culpa son los de: “idear o intentar inventar el resultado de un evento, solicitar o facilitar a jugadores que no hagan sus mejores esfuerzos y solicitar, ofrecer o proveer dinero, beneficios o consideraciones, con la intención de influir de manera negativa sobre los esfuerzos de los jugadores” entre octubre de 2009 y julio de 2010. El tenista de 27 años sentó precedente, se convirtió en el primer sancionado de por vida.
En el circuito es conocido como “Crazy Dany” por su historia de confrontaciones con otros tenistas. En el Challenger de Aracajú, cuarenta jugadores juntaron firmas para pedir su exclusión del torneo. A Juan Marín Del Potro, en la Copa Petrobrás 2005, lo burló y tras un potente winner del tandilense, hizo gestos insinuando que se inyectaba drogas.
En marzo de 2006, cuando disputaba la qualy de Acapulco, fue suspendido por seis meses por insultar en español a Nicolás Almagro. Frente al uruguayo Pablo Cuevas en el Challenger de Szczecin, simuló un raquetazo en la rodilla y el brasilero Julio Silva lo denunció por discriminación luego de que le dijera “vete a la selva, mono” e imitara sonidos de simio.
No fueron las reiteradas quejas que sus rivales le hacían a la ATP por sus actitudes antideportivas las que marginaron al “tenista más sucio de la historia”, como lo calificó el alemán Tomas Behrend, lo marginó haber manchado al deporte blanco de corrupción.