Como ya se ha hecho costumbre en Pachuca, el 2011 fue un año con pobres resultados para un equipo que se olvidó de los experimentos para darle la oportunidad a un estratega nacional probado, pero que tampoco tuvo el éxito esperado.

Pese a que no había mostrado argumentos suficientes para mantenerse en el cargo, la directiva que encabeza Jesús Martínez decidió darle continuidad en el banquillo al argentino Pablo Marini, a quien se le cumplió con los refuerzos que pidió, pero nunca pudo armar un equipo competitivo.

Tras nueve jornadas, con solo dos victorias, tres empates y cuatro derrotas, finalmente la directiva hidalguense se dio cuenta de su error y decidió darle las gracias, luego de caer ante Estudiantes Tecos.

Su lugar fue ocupado por Efraín Flores, sin embargo, el daño ya estaba hecho y aunque tuvo una reacción, no le alcanzó y se quedó fuera de la liguilla del Torneo Clausura 2011.

Para el Apertura 2011, los Tuzos se reforzaron de manera importante, sobre todo de medio campo al frente, con gente como el ecuatoriano Félix Borja, el colombiano Jaime Ayoví y Enrique Esqueda, entre otros.

El inicio no fue nada alentador al caer en casa de manera contundente por Santos Laguna, lo que presagiaba una campaña llena de problemas, que, aunque sí los tuvo, la irregularidad fue su principal característica.

Muestra de ello es que fue hasta la última fecha cuando lograron amarrar su pase a la liguilla al empatar en calidad de visitante 2-2 con Guadalajara, para así ser el sexto clasificado y verse las caras con Tigres de la UANL.

En la serie ante los "felinos del norte", Pachuca fue superado ampliamente en todos los aspectos, al grado que no pudo marcar gol en los 180 minutos para así despedirse una vez por la puerta de atrás, algo que para su desgracia, se ha hecho muy común en las últimas temporadas.