El famoso “pacto de caballeros” que es característica del futbol mexicano ya hizo eco en Europa, directamente en España donde fue criticado y mediante un análisis se hizo ver el mal que ha hecho sobre todo a jugadores, quienes en algún momento ven frenada su trayectoria deportiva.
El diario Marca en su edición América se refirió de manera irónica al “pacto de bandoleros”, que de manera verbal y en mutuo acuerdo entre 16 dueños de los 18 equipos que conforman la Primera División de México tiene como objetivo que cada club reciba una compensación por derechos de formación de algún futbolista, aunque éste haya terminado contrato.
Marca América agregó que si otro conjunto mexicano desea los servicios de un jugador que ya militó en otro equipo, deberá pagar un bono extra en la negociación o, de lo contrario, el futbolista quedará inhabilitado.
El periódico dio a conocer que este acuerdo se efectúa con total normalidad mientras la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) “hace oídos sordos a esta normativa contemplando que los intereses de cualquier club mexicano deben de prevalecer a los intereses de los jugadores#.
Se citan casos como el del mediocampista Gerardo Torrado ahora con Cruz Azul, quien tardó en regresar a su país tras cinco años buscando fortuna en España debido a que Pumas de la UNAM no lo dejaba contratarse con algún otro conjunto nacional, al no querer pagar los derechos de formación.
Misma situación sucedió con el defensa Aarón Galindo, surgido de Cruz Azul, quien jugó en equipos de Europa y Suiza y fue hasta que Guadalajara pagó al club Celeste para poder repatriar al zaguero que en la actualidad juega en Santos Laguna.
De la misma manera se menciona la situación que atravesó el fallecido atacante Antonio de Nigris, quien no cumplió su sueño de retirarse con Monterrey, club del cual salió para iniciar un recorrido por varios equipos del mundo sin volver al futbol mexicano.
Esta situación de acuerdos entre dueños se dio en el balompié español en la década de los 70 pero al surgir la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) se pudo quebrar el denominado “Derecho de Retención” de jugadores.
En 1979 surgió al primera huelga en el futbol de España con el objetivo de eliminar dicho pacto.