El Pro Bowl de la NFL podría ser suspendido el próximo año, dijeron dos personas con conocimiento de las discusiones.

El comisionado Roger Goodell expresó preocupación por la calidad del encuentro, y la liga mantiene conversaciones con el sindicato de jugadores sobre el futuro del juego de estrellas. Las personas hablaron bajo la condición de permanecer en el anonimato porque la NFL no ha divulgado las discusiones.

Las personas dijeron a que entre las alternativas que se barajan está suspender el partido de enero del próximo año.
Al responder a un reporte de ESPN de que Goodell "considera firmemente" suspender el partido de la próxima temporada, el vocero de la NFL, Greg Aiello, dijo que "no se ha tomado una decisión".

El partido tiene buenos niveles de audiencia, pero no genera ganancias económicas. Goodell dijo antes del Super Bowl en febrero que no estaba contento por el nivel de la competencia en el Pro Bowl de 2012, en el que la AFC se impuso por 59-41 sobre la NFC.

La organización del partido es costosa, particularmente cuando se juega en Hawai. Y con tantas deserciones —hubo 20 sustituciones por jugadores que desistieron en el 2012, incluso de los Gigantes y los Patriotas que estaban ocupados con el Super Bowl— hay quienes se preguntan si el juego sigue siendo considerado especial por los jugadores.

El recientemente elegido presidente de la Asociación de Jugadores de la NFL (NFLPA), Domonique Foxworth, comentó en Twitter el jueves: "El Pro Bowl es una tradición importante y estamos en conversaciones con la liga para mejorar y preservar el juego para nuestros jugadores y fanáticos".

Hawai empezó a presentar el juego en 1980, donde se disputó anualmente hasta el 2010, cuando fue trasladado a Miami y se jugó allí la semana antes del Super Bowl. Antes de trasladarlo ese año, la NFL manifestó la necesidad de un estadio más moderno en Hawai como escenario del Pro Bowl.

El juego retornó a Hawai en el 2011, pero la sede para el año próximo está en veremos, dada las discusiones entre la liga y el sindicato.
"Hemos mantenido muchas conversaciones con los jugadores sobre el Pro Bowl", dijo el asesor legal de la NFL, Jeff Pash, la semana pasada. "¿Cuándo debería jugarse? ¿Dónde? Y por cierto la calidad del juego".

"Comprendemos lo que contribuye a la baja calidad del juego", agregó. "No significa mucho ni financiera ni competitivamente. Los jugadores se resisten a participar para evitar lesiones. Nunca va a tener el nivel de un juego de playoffs, pero debe mejorar para que los fanáticos no digan 'me enferma verlo'''.