Ben Ainslie, héroe británico especialista en navegación a vela y tres veces campeón olímpico, inició el sábado el relevo de la antorcha para los Juegos Olímpicos de Londres con un paseo a través de una multitud que con lágrimas en el rostro y ondeando banderas ovacionaba la llegada de la llama.
Cientos de personas tomaban fotografías con sus teléfonos celulares mientras Ainslie caminaba elegantemente entre ellas y golpeaban panderos de plástico entregados por los patrocinadores, creando un rugido que estremeció las laderas de este pintoresco lugar, el punto más occidental en Inglaterra, informa la agencia 'AP'.
El sol ascendió y salpicó de luz por todo el páramo, animando los espíritus en un lugar conocido por su niebla. Fue sencillamente una fotografía para una tarjeta postal del inicio del recorrido, el cual durará 70 días y termina con el encendido del pebetero para inaugurar los Juegos el 27 de julio en Londres.
Los organizadores de los Juegos dan por hecho que el resto del mundo está emocionado por las olimpiadas.
La llama olímpica llegó a suelo británico la noche del viernes, una semana después de ser encendida por los rayos de sol en la Olimpia antigua.