La automotriz anunció un plan de retiros voluntarios en su fábrica de San José dos Campos, en San Pablo. Su producción en el gigante sudamericano cayó 7,7 por ciento.

La información fue divulgada por el sindicato de empleados metalúrgicos, y confirmada en forma telefónica por la asesoría de prensa de la ensambladora, que sin embargo no brindó más detalles sobre el plan.

De acuerdo al gremio, el Plan de Despidos Voluntarios (PDV) en la planta ubicada en el interior paulista permanecerá abierto hasta el próximo 15 de junio, y será para todos los trabajadores que se desempeñan en el área de producción, quienes trabajan por hora.

Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores, General Motors Brasil registró el segundo mayor volumen de ventas de automóviles en mayo con 54.785 patentamientos, luego de los 41.381 del mes anterior, y tan sólo por detrás de Fiat.

Sin embargo, Brasil fabricó en mayo 280.800 vehículos automotores, una cifra que representa una baja del 7,7% en comparación con el mismo mes de 2011, según informó Anfavea.

La patronal atribuyó la reducción a los "ajustes en el nivel de actividad", ya que el sector registra elevadas existencias de vehículos y la demanda desaceleró su ritmo, que espera que sea retomada con los incentivos del Gobierno al crédito de consumo.

En este sentido, la administración de Dilma Rousseff aunució a fines de mayo un recorte de impuestos y una baja en las tasas de financiamiento como las principales medidas para impulsar al sector automotor.

El Gobierno decidió reducir el impuesto sobre los Productos Finalizados (IPI), y los autos "made in Brasil" de baja cilindrada -hasta 1.000 centímetros cúbicos- dejarán de pagar gravámenes. Mientras que los vehículos de importación con esa cilindrada pasarán de pagar un 37 a un 30 por ciento.

Además, para alentar la producción local el ministro de Hacienda, Guido Mantega, aseguró que los bancos no sólo aumentarán los préstamos del Banco Nacional de Desarrollo (Bndes) para compras en el sector, sino que también mejorarán los términos de financiamiento. En 2011, los concesionarios brasileños vendieron 45.000 unidades menos. El seleccionador naranja, Bert van Marwijk, condenó los gritos de un pequeño grupo de aficionados locales. La del miércoles por la tarde fue la primera práctica con público del equipo.

"Ahora sabemos por lo menos lo que nos espera. Un ambiente estupendo", ironizó el estratega al diario holandés Algemeen Dagblad de hoy.

Los gritos provenían de ultras del Wisla Cracovia, que imitaron los sonidos de los monos cuando el balón lo tocaban jugadores negros. El técnico reaccionó de inmediato y trasladó el entrenamiento a la portería opuesta de donde surgían los gritos racistas.

En la selección holandesa figuran de nuevo algunos jugadores de color como Nigel de Jong, Jetro Willems, Michel Vorm, Gregory van der Wiel y Luciano Narsingh.

La Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) fue informada del incidente, pero ni la Federación Holandesa ni Van Marwijk protestaron oficialmente, según aseguró hoy un vocero del ente rector continental.

Las protestas de los aficionados se dirigieron más bien contra la UEFA, sostuvo el ente. En una pancartaaparecía tachado el logotipo de la Eurocopa porque para enojo de muchos habitantes de la ciudad universitaria, en Cracovia no se celebra ningún partido del torneo.

Aparte de los incidentes al comienzo del entrenamiento, Van Marwijk se mostró muy satifecho del recibimiento dispensado a su equipo. "No ocurre a menudo entrenar ante 25.000 espectadores", dijo el técnico de 60 años. Por lo demás los holandeses se sienten bien acogidos en Cracovia. "Los responsables hicieron una excelente elección", elogió el capitán, Mark van Bommel.