El serbio Novak Djokovic, número uno mundial, al ganar en semifinales sin apuros al italiano Fabio Fognini, por 6-2 y 6-1, será el rival del español Rafael Nadal, vigente campeón, en la final del torneo de Montecarlo, primer Masters 1000 sobre tierra batida de la temporada.

Djokovic se paseó ante un Fognini que era la sorpresa del torneo monegasco tras dejar en la cuneta a Anderas Seppi (ITA, 15), Tomas Berdych (RCE, 4) y Richard Gasquet (FRA, 7), pero ante el serbio se mostró excesivamente fallón y apenas apareció en el partido.

La confrontación, la sexta entre ambos (todas con triunfo del serbio, una por no presentación), resultó decepcionante. Especialmente para un aficionado italiano presente en gran medida en las gradas y que soñaba con un milagro de un Fognini nacido en Sanremo (apenas a 50 km. del Principado) y que devolvía al tenis transalpino a unas semifinales en el Principado donde no estaba desde 1995 (Andrea Gaudenzi).

Algunos aficionados llegaron, incluso, a mostrar su desencanto en la segunda manga con algunos silbidos hacia Fognini, que pareció nunca creerse capaz de batir o presentar más oposición a Djokovic, pese a los problemas de tobillo que llegaron a poner en duda la presencia del serbio en el torneo.

Los apenas cincuenta y tres minutos de duración, los tan sólo tres juegos conquistados por Fognini, sus únicos veintiséis puntos ganados, evidencian lo acontecido sobre la pista. Un paseo para Djokovic, que no cedió bola alguna de rotura.

Está claro que la diferencia tenística entre uno y otro es muy grande: Djokovic es el número uno mundial, Fognini el trigésimo segundo. Hoy lo fue aún más.

Con anterioridad, Nadal (n.3) derrotó al francés Jo-Wilfried Tsonga (n.6), por 6-3 y 7-6 (3), logrado el pase a la que será su novena final consecutiva de un torneo de Montecarlo que ya ha conquistado en ocho ocasiones.