La XX edición de la Copa Mundial Brasil 2014 le ha costado a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIIFA) unos 2.000 millones de dólares surgidos de los derechos de transmisión televisiva y comercialización, informó el máximo organismo futbolístico.
De estos recursos, cerca de 1.000 millones de dólares los reciben proveedores brasileños de servicios, es decir, el dinero va a parar a la economía del país anfitrión, dijo la FIFA en su página oficial.
Detalló que es una "asociación de asociaciones sin fines de lucro y no persigue un fin económico, sino el desarrollo del fútbol en todo el mundo".
Las ganancias por concepto de ingresos comerciales se estiman en unos 4.000 millones de dólares.
La FIFA indicó que si bien suelen hacer cuentas sobre los costos, la Fundación Brasileña de Investigación Económica prevé ingresos extra para el país sudamericano de unos 27,7 millones de dólares derivados del Mundial.
A Brasil, por ejemplo, le costó unos 15.000 millones de dólares la construcción y remodelación de los 12 estadios sedes del torneo, situación que ha provocado indignación y descontento en algunos sectores de la sociedad.
La FIFA enfatizó que su objetivo central es organizar competencias internacionales, establecer las reglas dentro de este deporte y garantizar su cumplimiento.
El organismo está conformado por 209 asociaciones miembros que al interior se benefician de manera igualitaria.
Destina, por ejemplo, 550.000 dólares diarios al desarrollo del fútbol y casi 2 millones al día para la organización de campeonatos internacionales.
La federación del país que resulte campeón en Brasil 2014 recibirá un premio de 35 millones de dólares, mientras que otros 331 millones irán a las 31 federaciones restantes.
El órgano internacional explicó que rechaza el planteamiento de una exención total de impuestos a patrocinadores o proveedores, por lo que ha solicitado algunas rebajas en las tasas de importación cuando los productos adquiridos no se vendan en el país.
Este es el caso de la importación de computadoras, marcadores para video y los balones oficiales, productos que se volverán a vender tras el torneo o se donarán.
Se trata de concesiones comparables a las que reciben los organizadores de otros grandes eventos deportivos o culturales, enfatizó.