La policía de Río de Janeiro identificó a un miembro extranjero de la FIFA, sospechoso de estar en el origen de una red de reventa ilegal de miles de entradas del Mundial.
De acuerdo con las autoridades de Brasil, el funcionario, un extranjero alojado en el lujoso hotel Copacabana Palace de Río, entregaba las entradas de cortesía en las tribunas VIP, originalmente destinadas a organizaciones no gubernamentales, patrocinadores y familiares de jugadores, a la subsidiaria Match Hospitality.
Esta empresa después entregaba los boletos al franco-argelino Mohamadou Lamine Fofana, que las revendía por unos mil euros cada uno.
Este sistema ilegal no es nuevo. Según indicó la policía habría funcionado durante los últimos cuatro Mundiales.
Once personas fueron detenidas el martes en una operación que desmanteló la banda, incluido Lamine Fofana.
“Era un grupo que facturaba en cada juego. Eran unas mil entradas por partido, con un precio base de unos mil euros cada una”, declaró el fiscal de Río, Marcos Kac.
El miercoles la FIFA se comprometió a ayudar en la investigación aunque la portavoz, Delia Fischer, indicó que el sujeto inculpado podría no ser un trabajador del organismo.
Fábio Barucke, investigador de la policía de Río a cargo del caso, dijo que el presunto funcionario tiene acreditación para entrar a los estadios y otras áreas administrativas.
La policía creyó que Lamine Fofana trabajaba para la Federación Internacional y era el líder de la banda, pero la información resultó falsa. La investigación se centró en encontrar al intermediario en la FIFA, el cual fue identificado por medio de llamadas telefónicas.