El Barcelona salió victorioso del derbi disputado en el RCDE Stadium 0-3, frente al Espanyol. Luis Suárez, con un doblete, y Rakitic, han sido los autores de las anotaciones azulgranas, quienes tuvieron que hacer un partido muy serio para superar a un combativo rival.
Desde el arranque, el Espanyol salió con una presión asfixiante sobre los visitantes, y dificultaba los pases. Los primeros minutos fueron de tanteo sin un claro dominador, aunque los blancos y azules avisaron primero con un disparo cruzado.
Con el paso de los minutos el Barcelona, poco a poco, fue tomando las riendas del duelo y logró superar la presión.
Sobre todo, porque apareció Lionel Messi entre líneas en el centro del campo, repartiendo el juego de lado a lado. Neymar, quien volvía al once inicial tras cumplir la sanción se le vio con muchas ganas, desequilibrando una y otra vez.
André Gomes ocupaba la posición del lesionado Iniesta en el interior derecho y se le notó activo y, con confianza y buen criterio en el pase, ayudaba al equipo a estirarse.
Al Barcelona le interesaba poner paciencia al duelo ante un Espanyol revolucionado con mucha intensidad. Ante la presión de los de Quique Sánchez Flores, los blaugranas utilizarían el recurso de buscar la espalda de la defensa con pases largos, pero carecerían de oportunidades claras de gol.
Depredador Suárez
El paso por los vestuarios ha ido bien al Barcelona que a los cinco minutos de la reanudación el Espanyol regaló un balón en zona de tres cuartos y Suárez, que no suele perdonar, solo ante Diego López ha aprovechado para marcar con un disparo seco con el exterior desde dentro del área.
El gol animó a los visitantes, pues Messi entraba más en juego, veloz, omnipresente, esquivando entradas locales. El Espanyol, sin embargo, no daría su brazo a torcer y seguiría apostando por el planteamiento inicial, asfixiando la salida barcelonista.
Con Neymar desequilibrando se centraba por aquella parte del ataque del Barcelona que rozaría el segundo gol en una magnífica jugada personal del 11.
Ter Stegen, más participativo a la hora de salir desde atrás, tuvo que intervenir en una acción peligrosa. El Espanyol intentaría buscar el gol del empate, pero no disfrutarían de oportunidades claras, gracias al muro infranqueable que formaban Piqué y Umtiti en el eje de la defensa.
Atentos y con mucha seguridad, intervenían para cortar cualquier ataque local. Con todo, los de Luis Enrique, conscientes de que el resultado era ajustado y con la consigna de que sólo les valía la victoria, buscarían el segundo.
Paciencia para sentenciar
Y lo ha encontrado gracias a una acción personal de Messi, quien recibió un balón en el centro del campo y encontró un pasillo para correr con velocidad, imponente por el césped del RCDE Stadium, hasta llegar a la frontal, engañar la defensa y asistir a Rakitic que ha marcado con un remate sutil despistando a Diego López.
Una jugada marca de la casa del argentino que comenzaría a pintar los tres puntos de color azulgrana.
El segundo gol haría daño a los locales, que han visto como el Barcelona dominaría completamente el duelo y Suárez remataría el partido haciendo un doblete aprovechando otro regalo de la defensa del Espanyol.
Al final, tres puntos muy valiosos que, con paciencia y mucha contundencia, los azulgranas se llevaron el derbi y mantenerse liderando la Liga.