La Selección Mexicana volvió a hacer el ridículo y perdió la gran final de la Concacaf Nations League ante Estados Unidos con el incómodo 2-0.

Desde el AT&T Stadium, casa de los Vaqueros de Dallas de la NFL, las dos potencias de la zona escribían un nuevo capítulo del Clásico de Concacaf con este torneo que se le ha negado al Tricolor.

El partido arrancó con muchísima velocidad y dinámica, siendo el combinado nacional quien tuvo las primeras aproximaciones con un par de intentos con el juego áereo donde el arquero Matt Turner del Arsenal se hizo notar.

Al minuto 5' Estados Unidos iba a marcar un golazo con técnica individual tras una serie de rebotes y pases entre Gio Reyna, Tim Weah y Christian Pulisic, siendo el "Capitán America" quien remató a bocajarro ante un Guillermo Ochoa inmenso bajo los tres palos.

El partido siguió muy movido con trazos largos y la velocidad por parte de los norteamericanos que generaban confusión entre los tricolores que se veían imprecisos en los pocos toques que generaban. 

Tras varios minutos de faltas y pases errados por ambos bandos, México dio el primer susto al 20' en un saque de manos que tuvo remate en el área y le quedó a Luis Chávez que estaba mal posicionado y dio un disparo flojo a las manos de Matt Turner.

Llegando a la media hora de partido, Estados Unidos seguía teniendo mayores sensaciones de peligro, pero México comenzaba a ganar confianza en el último tramo del área norteamericana. Las faltas seguían siendo una constante en el encuentro.

Estados Unidos siguió con la postura ofensiva para intentar ponerse en ventaja antes de que llegara el entretiempo. México le apostaba a las jugadas de doble rebote o un error de la zaga defensiva para hacer daño.

Poco antes de terminar la primera mitad, Tyler Adams aprovechó el espacio de su entorno y con toda la confianza del mundo sacó un zapatazo potente y colocado que fue imposible para Guillermo Ochoa para poner el 1-0 al 45' y darle la ventaja a los norteamericanos para el entretiempo.

Para el segundo tiempo, México seguía sin reaccionar en la cancha, pues "USA" seguía con el dominio de la pelota con un estilo propositivo y dinámico que poco a poco apagaba a los tricolores y los comenzaba a meter en el territorio de la desesperación.

Con ese dominio constante, México por poco sorprendía a los 60 minutos cuando Henry Martín se metió en el área, luchó y superó a Sergiño Dest en un balón detenido, sin embargo, su disparo se fue muy desviado.

Esa jugada sólo terminó siendo un simple espejismo, pues al 64', Estados Unidos aumentó su ventaja 2-0 por cortesía de Giovanni Reyna, quien se encontró la pelota afuera de los linderos del área tras un par de rebotes y con un disparo potente, superó a todos los tricolores para incrustarse en las redes. 

El "Dos a cerou" volvía a hacerse presente y ante la presión, Jaime Lozano apostó por lo mejor que tenía en la banca por lo que metió a Orbelín Pineda y Santiago Giménez como respuesta ante la falta de jugadas ofensivas.

México luchaba con pelotazos y faltas buscando generar presión donde incluso se había marcado un penal a favor del Tricolor al 72', pero este fue echado para atrás luego de la revisión del VAR por un engaño de "Santi" Giménez.

Con el avance de los minutos, México fue metiendo todavía más presión en la última zona de los norteamericanos buscando hacer daño apostándole al estirpe, el corazón y las agallas por encima de ideas futbolísticas que fueron pocas en el AT&T Stadium.

En el cierre del encuentro, México empujaba con lo que tenía a través de bandazos de Hirving Lozano o la lucha de Santiago Giménez mientras las dosis de desesperación incrementaba cada vez más junto con la presencia del llamado grito homofóbico.

Al 87', Estados Unidos pudo liquidar el juego con un remate de cabeza que fue bien atajado por Guillermo Ochoa para darle vida artificial a un encuentro que se estaba definiendo.

Con los seis minutos de compensación, el partido sólo culminó con la frustración de los conacionales que fueron superados por más de 80 minutos.  

México llegó a seis partidos sin ganarle a Estados Unidos, los últimos dos, con un baile escandaloso en partidos oficiales de Concacaf.

Reaparece el grito homofóbico

Como una mala costumbre arraigada entre la afición de la Selección Mexicana que acude a sus encuentros en Estados Unidos, cuando  el Tricolor va perdiendo, comienzan a realizar el grito homofóbico.

Luego de tres ocasiones sin cese, el árbitro determinó aplicar el protocolo de Concacaf de detener el juego por unos minutos.