Ni la Iglesia católica ni otro tipo de organizaciones religiosas tiene derecho de llevar sus postulados a las escuelas públicas”, afirmó la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (Fenapf), Aurora González de Rosas.

Subrayó que más que nunca debe prevalecer el artículo tercero constitucional, que marca una educación gratuita, laica y obligatoria para todos los ciudadanos, luego de las modificaciones aprobadas por el Congreso de la Unión al artículo 24 de la Constitución, que brinda libertad a los mexicanos de profesar la creencia religiosa que prefieran y que ahora otorga privilegios a la Iglesia católica.

Esas reformas se deben consensuar con la población abierta, para que sean decisiones sociales y no respondan a intereses políticos e ideológicos.”

Aunque afirmó que en México la gran mayoría de la sociedad se identifica con la religión católica, debe reconocerse que existen otros grupos religiosos y sectas que merecen respeto, por lo que reiteró que no están de acuerdo con reformas que lesionen los intereses de los ciudadanos.

González de Rosas dijo que todas las personas del país deben ser respetadas, independientemente de sus preferencias religiosas, porque al final son ciudadanos mexicanos y nadie puede condicionar sus libertades, sobre todo a los menores de edad que no tienen los intereses que ponen por delante los adultos.

Además, pidió que hay que prever ese tipo de situaciones, porque la propuesta de permitir que la Iglesia católica tenga privilegios en las escuelas públicas puede generar mucho descontento y hasta confrontar a los ciudadanos que no se identifican con esa religión.

Las escuelas —aseguró— deben mantenerse al margen de cualquier actividades de los grupos que promueven las diferentes religiones.

Las escuelas particulares siempre manejan los temas religiosos, pero en esos casos los padres de familia pagan por la educación de sus hijos y permiten que sean formados bajo cierta identidad relacionada con la fe, pero en las escuelas públicas no debe darse esa situación.”

Por último, destacó que la diferencia es que en las escuelas oficiales solamente entregas una aportación voluntaria al inicio del ciclo escolar y no das nada más el resto del año.

Aurora González de Rosas resaltó que la educación debe conservar su estatus de laicidad, por respeto a todos los grupos que tienen diferentes formas religiosas de comportamiento.