El investigador del departamento de Química y Bioquímica de
Al participar como ponente en la octava reunión de
Este es un proceso que ocurre desde hace 4.5 mil millones de años, donde interviene la luz solar e incluso ciertos fenómenos de nanotecnología que ocurren en la planta, “por lo que se necesita imitar a la naturaleza y aplicar este conocimiento en la generación de tecnología”.
Señaló que la “química verde” permite optimizar los procesos ya existentes, así como involucrar nuevos métodos y técnicas. Para ejemplificar esta información mostró a los asistentes parte de su investigación donde a través de luz solar, agua y cristales orgánicos, es posible tener una receta prometedora e ideal para la “química verde”. Dijo que el estado sólido es el más estable para observar las moléculas, pero debe considerarse que igualmente existen sólidos que no lo son. Basado en un estudio de los cristales de Johan Trommsdorff Bartholomaus, explica que cuando se exponen a la luz se ponen amarillos y comienzan a desintegrarse.
Conociendo estos datos, García Garibay mostró con fórmulas químicas —a estudiantes y académicos— cómo se generan las reacciones químicas en estos. “La reacción química genera tanta energía que eliminan los cristales.”
El especialista comentó que desde hace 250 años cuando se conocieron las reacciones en los cristales, aún es difícil profundizar en este tema, siendo un reto para los investigadores en el área, quienes podrían obtener cristales con determinadas propiedades.
En la inauguración de la reunión, el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, Pedro Hugo Hernández Tejeda, recalcó la importancia de este tipo de actividades, donde todas las ciencias deben de ser multidisciplinarias, ya que de esta forma complementan las investigaciones realizadas en las diferentes áreas del conocimiento.
Durante la ceremonia también estuvo presente Bertha Alvarado Hidalgo, directora de