El pasado viernes, el doctor Enrique Agüera Ibáñez solicitó licencia definitiva en el cargo de rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), luego de poco más de 8 años en la rectoría, en la que afirmó “con mucho amor, con pasión y con entrega viví este tiempo como rector, espero que los resultados hablen por sí mismos”.

En entrevista posterior al evento, el exrector dijo que con cariño y con nostalgia se va de la rectoría universitaria, pero con el orgullo de haber hecho un gran esfuerzo por la máxima casa de estudios del Estado de Puebla, “hoy fue un día para pedir licencia, yo tengo un profundo respeto por la universidad y por Puebla”, ratificó Agüera Ibáñez.

Cabe mencionar que la solicitud de licencia definitiva del exrector fue aprobada por unanimidad por los integrantes del máximo organismo de gobierno de la institución y de la misma forma la llegada del rector sustituto, Alfonso Esparza Ortiz, también fue aprobada por unanimidad por todos los consejeros.

La licencia definitiva
En el marco de la tercera sesión extraordinaria del Consejo Universitario de la UAP, el recién nombrado secretario general, José Ignacio Morales Hernández, dio lectura de la solicitud de licencia para el retiro de forma definitiva del cargo de Agüera Ibáñez hasta el 4 de octubre, para ejercer su derecho ciudadano previsto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

En su intervención, el exrector de la universidad estatal poblana se dirigió a la comunidad universitaria y a la sociedad en general para presentar la licencia al cargo y recordó que inició su trayectoria al interior de la institución en el año de 1975, en la preparatoria Alfonso Calderón con un desempeño siempre vinculado a la UAP, en la que fue protagonista de muchos momentos importantes.

En la UAP, recordó Agüera Ibáñez, trabajó con un profundo amor con entrega y con vocación, pero además “me propuse dar lo mejor de mí para servir a la universidad y a los poblanos”, donde tuvo que atender los rezagos y problemas con el mayor esfuerzo, pero también asumió el reto de hacer las cosas de la mejor manera, con compromiso, con visión de futuro, con firmeza, con un gran cariño y aprecio.

En su rectorado, recordó Agüera Ibáñez, inició tratando de cambiar las formas con diálogo permanente con la comunidad, donde se abrieron los espacios de comunicación, “para que ellos nos dijeran las aspiraciones que habría que atender, así hicimos un diagnóstico, pero pusimos particular énfasis en la crítica, en aquellos que decían que había pendientes y muchos viejos problemas, con lo que pudimos construir 11 grandes líneas de acción”.

Recordó que desde entonces no ha dejado de escuchar y de caminar con la comunidad universitaria, prueba de eso “es que hemos recorrido cientos de veces las escuelas, permanentemente, como empecé he terminado, entré por la puerta de la preparatoria Alfonso Calderón y salgo por la puerta de la Universidad Autónoma de Puebla”.

Los reconocimientos
El exrector mencionó alguno de los logros donde destaca la última evaluación integral de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), pero además dijo que el propio rector fue sometido a evaluación, lo mismo sucedió con profesores y estudiantes, para constatar que la UAP es una gran universidad.

Por otra parte, recordó que hoy en día la UAP tiene el 100 por ciento de su matrícula evaluada y reconocida por su calidad por cuarto año consecutivo, “no hay otra macro-universidad con ese logro”, porque tienen el 10 perfecto, pero además mencionó logros en todos los rubros en que se desarrolla la institución, en casi 9 años se abrieron más de 10 preparatorias, algo que no pasaba en los últimos 20 años.

Asimismo, recordó que durante su periodo de gestión, no “ningunearon” el ingreso a la universidad, ya que mientras la media nacional alcanza 30 por ciento del ingreso de los aspirantes, la UAP registra arriba de 50 por ciento y esperan que siga en crecimiento esa tendencia en los siguientes años.

Agüera Ibáñez destacó las mega-obras que se realizaron en los últimos años, entre las que destacó el Centro de Auto-Acceso, el Complejo Cultural Universitario, “una obra que tiene un impacto nacional e internacional y es uno de los máximos orgullos de la universidad”, pero también mencionó el recién entregado parque del ajedrez, “esta es una apretada síntesis de poco más de 8 años de trabajo al frente de la Rectoría de la universidad”.

Agradecimiento infinito
El exrector manifestó su agradecimiento infinito y para toda la vida a la UAP, a los universitarios, al Consejo Universitario, por su voluntad, por su vocación, por su compromiso con la institución, “el Consejo (Universitario) seguirá siendo el máximo órgano de gobierno de la UAP”.

Ante eso, dijo que se va del cargo, con la frente en alto porque con su equipo quisieron entregar sólo buenas cuentas y buenos resultados, “hoy la UAP es una universidad transparente, con premios y reconocimientos, me voy con la satisfacción del mejor premio y el mejor logro, que es el prestigio institucional, todos nos sentimos orgullos de la universidad y los poblanos también, porque ésta es la universidad de todos los poblanos”.

Finalmente, Agüera Ibáñez, afirmó que se lleva consigo, el acompañamiento y está seguro que la UAP seguirá cosechando logros y triunfos, por eso aseguró que el suyo no es un adiós, es un “hasta pronto”.

Trabajo cercano a la comunidad
Luego de rendir la protesta de ley como rector sustituto de la UAP, Alfonso Esparza Ortiz dijo que acepta el reto con orgullo y asume el encargo con responsabilidad, conciencia y alegría, por lo que comprometió un trabajo basado en el diálogo, el respeto, la transparencia, la honestidad y la justicia, “vamos por la continuidad de los logros, con un trabajo cercano a toda la comunidad universitaria”.

Asimismo, dijo que le corresponde conservar e incrementar los avances logrados por su antecesor, Enrique Agüera Ibáñez, pero también mantener la unidad al interior de la máxima casa de estudios de Puebla, reforzar el engrandecimiento de la institución, defender la autonomía y la universidad pública.

Hoy, más que nunca, dijo que se compromete a seguir haciendo bien las cosas, con calidad, con pertinencia, con vinculación y con responsabilidad social, “todos seguiremos haciendo nuestro papel de formar alumnos comprometidos con una sociedad más justa, “debemos seguir en gran equipo, con unión y concordia, para mantener la estabilidad y el crecimiento”.

Esparza Ortiz dijo que observará que la administración esté al servicio de la docencia, porque Agüera Ibáñez dejó una universidad en calma y consolidada, “ofrezco mi palabra de no defraudarlos”, por eso solicitó a la comunidad universitaria, entrega, empeño, solidaridad y responsabilidad.

“Tendré presente a todos”, afirmó el nuevo rector de la UAP, por lo que sabe que vienen grandes tiempos para la institución, porque son los intereses de los universitarios los que lo inspiran y ante eso, solicitó a los presentes cumplir con el lema universitario: “pensar bien para vivir mejor”.


 “Logros son méritos de la comunidad”
En su despedida, Agüera Ibáñez dijo que los logros de los últimos años son mérito de la comunidad universitaria, nadie merece el aplauso más que los maestros, los alumnos y los trabajadores de la UAP, “nos sentimos orgullosos de lo conseguido, un clima de respeto, una universidad en la que cabemos todos, con una relación de respeto, convertida en acción, en trabajo cotidiano, logros chiquitos y logros grandotes, la suma de todo hoy hace la diferencia, hoy somos una gran universidad, donde cada ladrillo fue puesto por los universitarios”.