Luego de los 117 errores ortográficos que tienen los libros de texto que serán entregados para el ciclo escolar 2013–2014, el presidente de la Comisión de Educación del Congreso del estado, Guillermo Aréchiga Santamaría, señaló que es necesario sancionar a quienes se encargaron de su redacción, además de pedir a los profesores que corrijan esos errores.
El también coordinador de los diputados de Nueva Alianza, Guillermo Aréchiga Santamaría, se pronunció porque la SEP federal envíe en los libros de texto una “Fe de erratas” que detalle cada uno de los 117 errores ortográficos que se tienen en los mismos, e insistió en que es una situación que preocupa al sector educativo.
Quien fuera integrante de la dirigencia central del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación reconoció que es complicado hacer en estos momento algo al respecto, ya que los libros están impresos e incluso se están entregando a las instituciones educativas desde la semana pasada, sin embargo, aclaró que ello no debe impedir a las autoridades para garantizar la educación de los alumnos.
Guillermo Aréchiga Santamaría celebró que la Secretaría de Educación Pública federal reconociera el problema en los libros y confió que se finquen responsabilidades a quienes cometieron estos errores que afectan a los alumnos de manera directa al generar confusión.
Advirtió que, más allá del dinero invertido, los alumnos deben tener la garantía de que recibirán una educación con calidad y de que sus maestros les estarán detallando los errores ortográficos que se tienen en estas herramientas de aprendizaje pues es una pena que, previo al inicio un ciclo escolar, ocurran este tipo de situaciones.
Comentó que dependerá de las instituciones públicas diseñar de una estrategia que les ayude lo más pronto posible a corregir el problema para que los alumnos no se confíen en que lo escrito en los libros está bien dicho.
“Sin duda, es una decisión complicada porque los libros estaban impresos, pero creo que sería conveniente de que se acompañen con una ‘Fe de erratas’, esto ayudará para dejar claro a los alumnos que hubo un error, pero que se está corrigiendo.”
Guillermo Aréchiga manifestó que el sector del magisterio está en la mejor disposición de apoyar a las autoridades educativas y se necesita que se envíe, junto a los libros que están mal redactados, una Fe de erratas para que los profesores las ubiquen por página y se corrija el error durante las clases.