Lilian López Conde, alumna de la carrera Licenciado en Diseño Industrial (LDI) del Tecnológico de Monterrey en Puebla, creó empaques biodegradables para comida de consumo inmediato con la finalidad de que el usuario disminuya su huella ambiental.

Su idea la propuso a la empresa “Quilibrate”, que se dedica a la preparación de alimentos saludables que apoyan el consumo local en pro del medio ambiente y la economía regional.

Refirió que se trata de envases hechos a partir de papel reciclado, triturado y mezclado con semillas para que al ser desechados generen plantas, además de que el tiempo de degradación sea de semanas.

Señaló que en los comercios donde se venden comidas de consumo inmediato y sano como las ensaladas, los sándwiches y las colaciones de frutas secas, las envasan o preparan en recipientes de plástico o unicel, y el tiempo de uso real de ese recipiente es de apenas 30 minutos a dos horas comparados con su tiempo de degradación que va de 100 a 150 años.

Explicó que la empresa “Quilibrate” impulsa la economía regional, por lo que se dieron a la tarea de conseguir empaques biodegradables que se produzcan en Puebla, pero no encontraron ninguno que cumpliera con las características requeridas.

Dicha situación llevó a Lilian López a aprovechar la materia Proyectos VI, impartida por Paula Bulnes Abundis, catedrática y directora de LDI, y a partir de la temática de sustentabilidad, de enero a mayo la alumna se dedicó a investigar acerca de los materiales que pudieran sustituir al plástico y el unicel.

“La propuesta consta de dos tipos de empaques, un tazón para ensaladas en el que además se utilizaría como material impermeable una hoja de plátano, que se desinfecta como las verduras, y cucuruchos que servirán para las colaciones de frutas secas”, describió López Conde, mediante un comunicado.

El despacho indicó que la materia prima para la elaboración de dichos empaques es el papel que genera “Quilibrate”, además que también sus clientes recibirán beneficios por donar papel para desarrollar la fabricación de manera artesanal por Lilian López.

Cabe señalar que, actualmente el desecho de empaques de papel y plástico en los que se venden los alimentos de consumo inmediato contribuyen a las mil 600 toneladas de basura diaria que se recogen en la ciudad de Puebla, de los que apenas el tres por ciento se recicla, de acuerdo con datos del Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL).

Otra de las problemáticas que descubrió la alumna de LDI fue que los empaques son más grandes de lo necesario, es decir que no tienen la forma del alimento, por lo que a simple vista se observa que hay ‘desperdicio’ de espacio y por ende de material, son bolsas que además requieren etiquetado o bien contienen algún metal como el aluminio.

Los envases de papel reciclado proponen “brindar una opción de material biodegradable para empaques de comida rápida cuyo uso real no va más allá de dos horas, además de potenciar el uso de los objetos cumpliendo su función durante el tiempo destinado evitando que sea altamente duradero” como sucede actualmente, puntualizó Lilian López.