La descentralización de la educación superior en provincia es necesaria para que los jóvenes tengan herramientas para “luchar contra la desidia y la politiquería”, afirmó Elena Poniatowska Amor.

“La política que ahorita estamos viviendo es la que más debería avergonzarnos”, sentenció la escritora durante la presentación de su ponencia magistral “El universo o nada”, en el marco del 40 aniversario del Instituto de Ciencias de la UAP.

Agregó que todos deben pensar, que es más importante la gente, porque está demostrado que tiene más nobleza la gente que los dirigentes, por eso ratificó que la política de la actualidad no responde a las expectativas de los ciudadanos.

Sobre el segundo informe del presidente de la república, la escritora de La noche de Tlatelolco avaló el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, ya que dijo que seguramente traerá desarrollo para el país y un crecimiento importante en el número de pasajeros.

Guillermo Haro: El Universo o nada
En su ponencia, la escritora destacó el trabajo científico de uno de los más grandes investigadores del país y el fundador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), Guillermo Haro, personaje de la izquierda mexicana, “es uno de los hombres más valiosos de nuestro país”, que se formó dentro de la academia científica y realizó importantes aportaciones para la investigación en México.

Ante estudiantes y profesores del ICUAP, dijo que un hombre es genial en la ciencia si tiene tres buenas ideas, pero en el caso de Haro Barraza, dijo, tuvo más de cuatro ideas fantásticas.

“Desde que era niño, dijo que iba a descubrir una estrella, pero además, siempre puso en duda lo establecido y nunca dejó de observar el cielo nocturno. También odió a los ovnis y a los extraterrestres y creyó en el tiempo. “Conmigo se enojó porque sentí simpatía por ET”, recordó la escritora.

Sobre la vida cotidiana de Guillermo Haro, la periodista recordó que en Tonanzintla vivió entre los campesinos, de quienes aprendió de la vida rural y la cotidianidad de Puebla.

“Ahí pasé los mejores años de su vida, pero también ahí, concluyó, que entre más masiva era una estrella, más tiempo dura en el cielo, fue un científico, preocupado por vivir la realidad del cielo”, señaló Poniatowska Amor.

La angustia, México no era competitivo
Al fundador del INAOE también le angustiaba que México no compitiera con el resto del mundo, por eso redobló su trabajo para consolidar los procesos de investigación, señaló.

“(Él) amaba el gran valle de Cholula, por eso les pido que visiten el INAOE, del que saldrán muy satisfechos, porque es un centro de alta investigación que se encuentra fuera de la ciudad de México. Guillermo Haro propuso acabar con la espantosa centralización”.

La también periodista subrayó que los estudiantes mexicanos que tienen la posibilidad de ir al extranjero para reforzar sus conocimientos, deben regresar al país, porque con el potencial académico que adquieren, pueden aportar al desarrollo de la investigación. “Aquí se les necesita”.

“Los seres humanos somos las preguntas que nos hacemos”, afirmó Elena Poniatowska, en recuerdo de las palabras de Guillermo Haro, quien siempre fue una persona curiosa, por eso dijo que todos los estudiantes, de los diferentes niveles escolares, deben fomentar el espíritu de la curiosidad, que los llevará a la ciencia, “y que me lleve a mí a quererlos mucho”.

Pero la curiosidad, puntualizó la escritora, no tiene que ver con aprenderse el nombre de todos los presidentes de la república, porque solamente hay dos que valen la pena, Lázaro Cárdenas y Benito Juárez, pero más el oaxaqueño. 

En tono bromista, reiteró que a las nuevas generaciones se les tiene que guiar por el camino de la curiosidad, lo que en muchas ocasiones lleva a desarrollar el intelecto.
Afirmó que el intelecto puede dominar el resto de la vida, por la disciplina que conlleva, “lo que rige la vida es el intelecto, hay que tener un propósito”.

La visita a Zacatlán 
Magdalena Castillo, con menos de 20 años y una situación económica precaria, aceptó cuidar a la escritora y fue quien le enseñó el nuevo idioma.

Horas antes de dictar su conferencia magistral, la periodista Elena Poniatowska, visitó Zacatlán para rendir luto a su nana "Magdita" Castillo, quien falleció el pasado miércoles.

La “segunda madre” de la escritora había presentado complicaciones médicas en los últimos meses, situación que le mermó la salud.

En diversas ocasiones, Poniatowska Amor ha recordado que conoció a su nana a los ocho años, cuando llegó a México de la mano de su madre y con la preocupación de tener a su padre en el frente de guerra de la Segunda Guerra Mundial.

Magdalena Castillo, con menos de 20 años y una situación económica precaria, aceptó cuidar a la escritora y a su hermana Kitzya. En el trato diario también fue la maestra que les enseñó el castellano. 

Aunque contó con la visita del presidente municipal y de Elena Poniatowska, la muerte de Magdalena fue hermética por parte de la familia, al grado que se desconoce la causa exacta del mal que le afligía. 

Visiblemente triste y vestida con un pantalón y suéter negros, la autora de obras como La noche de Tlatelolco prometió regresar la próxima semana, cuando concluya una serie de compromisos acordados en el norte de México.