El ser humano se encuentra inmerso en una sociedad de consumo, donde ni la amenaza del cambio climático ni el agotamiento de los recursos naturales o las inquietantes cifras demográficas o las diferencias sociales que continúan presentes y marcadas, consiguen frenar la fascinación que ejerce el consumo sobre los individuos.

Bajo este escenario, el Consejo Estudiantil de Representantes (CER) de la Licenciatura en Diseño Textil de la Ibero Puebla, llevó a cabo el Congreso Internacional Tela de donde Cortar, el cual tuvo como finalidad mostrar que existe un sinfín de posibilidades que no han sido exploradas en el ámbito textil, y que a través de herramientas innovadoras estas áreas puedan desarrollarse de manera responsable.

Al respecto, Fernando Fernández Font, rector de la Ibero Puebla inauguró el Congreso, y comentó que al hablar de diseño textil en el mundo, en el que estos conceptos se desarrollan, pareciera que automáticamente estuvieran inevitablemente vinculados a estereotipos como la moda, el comercio, la belleza, la explotación, entre otros.

En este sentido, nos alejan de los principios más fundamentales que constituyen y le dan verdadero cuerpo a los seres humanos, para acercarnos a la superficialidad y al individualismo de una sociedad neoliberal, que para nada abona a la reconstrucción de un tejido social que hoy se nos impone con extrema urgencia”, señaló.

Asimismo, Fernández Font puntualizó en la importancia de resignificar los elementos más esenciales del diseño y del textil, y en todo aquello que como sociedad e individuos, nos obligue a repensar en la armonía de estos elementos.

Como estudiantes de una universidad jesuita no necesitamos crear más productos que continúen propiciando enriquecimientos mediante la explotación de las mayorías”, expresó.

Por su parte, Aurora Berlanga Álvarez, directora del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura (DADA), agradeció el esfuerzo conjunto que realizaron los alumnos del CER y la coordinación de la licenciatura.

Invitó a los presentes –no sólo diseñadores textiles sino al público en general- a reflexionar sobre “lo que traemos encima”, pues no se trata sólo de estética ni comodidad, sino de ver qué hay atrás de todo este proceso, es decir, si existe un trabajo justo y equitativo, así como una comercialización social sin dañar al medio ambiente.

Finalmente, Mariana Plauchud, alumna de la licenciatura y presidenta del CER, subrayó que la responsabilidad social depende enormemente de uno mismo y no de la industria y sus reglas. “Empecemos a crear vínculos entre universidades y diseñadores. En donde no compitamos y podamos ser uno solo. Compartamos conocimientos, experiencias y seamos agentes promotores de cambio”.