"En la elección de dirigencia en el PAN, estamos delante de una confrontación que no habíamos visto hace tiempo, la disputa tiene como objetivo el control del partido", dijo el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la IBERO Puebla, Roberto Alonso Muñoz.

El académico también expuso que “no podemos soslayar que detrás de esta decisión, la confrontación y la división que ha supuesto dentro de las filas del PAN, se encuentra la aspiración de tener el control de las candidaturas del 2024".

Para Roberto Alonso Muñoz, el PAN Puebla se encuentra ante una disyuntiva con los siguientes polos: por un lado, que pueda apuntalarse el proyecto político de Eduardo Rivera, en el que hasta ahora sigue siendo su partido rumbo al 2024, ante su probable candidatura por la gubernatura.

El especialista señaló que el alcalde de Puebla capital ya lo ha intentado, pues parece que va firme en esa dirección, aunque también expuso que no se puede descartar que busque la reelección en el municipio, como ya lo permiten las leyes electorales.

Por otro lado, advirtió, que pueda recuperar fuerza o pueda resurgir el capital del morenovallismo, "habrá que ver con qué orientación, porque la figura central, Rafael Moreno Valle, ya no está con nosotros".

Roberto Alonso Muñoz dijo que en su momento, lograron articular un buen número de intereses y personajes, algunos de ellos ocupan todavía cargos de representación popular o en la administración pública, y otros desplazados de la administración pública.

Sin embargo, están con la posibilidad de volver a articular este grupo que tiene el control del partido ahorita, pero lo tiene con un capital menor, con un liderazgo que se ha venido debilitando y que podría entrar en una segunda etapa de posicionamiento, rumbo tener el control de las candidaturas del 2024.

Además, expuso que no ve un proceso inmediato de reconciliación, porque entre los grupos de las candidatas Augusta Díaz de Rivera y Genoveva Huerta, hay acusaciones que podrían motivar la intervención de la dirigencia nacional, sino es que, de las propias instituciones electorales como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) o las salas del Tribunal Electoral.

Lo anterior, argumentó, por los temas que se han ventilado últimamente, incluso en los cambios de última hora en la organización electoral del partido, meten demasiadas sospechas de la legitimidad del proceso.